La mayoría de las personas experimentarán la incomodidad en algún momento de sus vidas. El dolor de espalda puede variar de leve a severo y puede hacer que ir al trabajo, conducir u otras actividades diarias sea imposible. Los ejercicios aeróbicos regulares, como caminar y nadar, ayudan a reducir el dolor de espalda y mejorar su salud en general de varias maneras. Comprenda cómo la actividad física beneficia su espalda para encontrar el alivio que se merece.
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Comprensión del dolor de espalda
El dolor de espalda es una de las razones más frecuentes por las cuales las personas faltan al trabajo o llaman al médico. Los síntomas comunes incluyen dolores punzantes en la espalda, dolor que se extiende a través de la pierna, flexibilidad reducida e incapacidad para pararse. Su riesgo aumenta para el dolor de espalda cuando fuma, mantiene un peso corporal no saludable o experimenta altas cantidades de estrés. Las mujeres son más propensas a sufrir dolor de espalda que los hombres. La mayoría de los casos de dolor de espalda se curan después de algunas semanas de cuidado en el hogar, y la cirugía rara vez es necesaria.
Ejercicio aeróbico seguro
Los médicos a menudo recomiendan ejercicios aeróbicos de bajo impacto, como caminar, para personas con dolor de espalda, para aumentar la resistencia y la fuerza en la espalda y mejorar la función muscular. Los entrenamientos para caminar ofrecen un alto nivel de comodidad, ya que solo requieren un buen par de zapatos deportivos y no requieren una membresía de gimnasio. Caminar también ayuda a su espalda al facilitar la pérdida de peso, ya que el sobrepeso aumenta la tensión en los músculos de la espalda. Las personas que caminan o realizan otras actividades aeróbicas regulares también se benefician de un menor riesgo de osteoporosis, enfermedad cardíaca y diabetes.
Natación y ciclismo
La natación complementa caminar como un ejercicio aeróbico de bajo impacto para la espalda que causa un esfuerzo mínimo porque el agua sostiene el cuerpo. Nadar también es beneficioso si tiene problemas articulares o musculares. Algunas personas con dolor de espalda pueden preferir andar en bicicleta, ya sea al aire libre o en una bicicleta estacionaria. El ciclismo mejora su salud, pero le evita la espalda, así como sus tobillos, caderas o rodillas, del estrés que puede desencadenar el dolor, ya que también es un ejercicio de bajo impacto. Algunos médicos prescriben un régimen de ciclismo para pacientes que tienen un sobrepeso significativo o sufren de artritis.
Frecuencia aeróbica
La mayoría de los planes de ejercicios aeróbicos incluyen actividad hasta cinco días a la semana durante 30 a 60 minutos por sesión, aunque su médico puede ofrecerle sugerencias sobre cómo adaptar su régimen a su estado de salud general. Pregúntele a su médico si dividir su caminata aeróbica, andar en bicicleta o nadar en segmentos de tiempo más pequeños será más beneficioso que un entrenamiento continuo. Comience cualquier actividad aeróbica a un ritmo moderado y aumente la intensidad solo cuando se sienta preparado.
Advertencia
Comuníquese con su médico si su dolor de espalda no desaparece después de tres días de autocuidado o si padece de hormigueo, fiebre o dolor intenso que se extiende más allá de las rodillas. El dolor de espalda en algunos casos indica la presencia de una afección médica grave, que incluye cáncer de médula espinal y meningitis.