En 2000, la Asociación Estadounidense del Corazón adoptó nuevas pautas para el consumo dietético de ácidos grasos omega-3. La organización sin fines de lucro, cuyo objetivo es diseminar información sobre enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, basó su posición en la evidencia de que los ácidos grasos omega-3 encontrados naturalmente en muchos tipos de pescado y en algunos aceites de plantas y nueces ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y golpe
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Funciones de los ácidos grasos Omega-3
Los ácidos grasos Omega-3 son ácidos grasos poliinsaturados esenciales para la salud y el desarrollo humanos. Hay dos fuentes dietéticas de ácidos grasos omega-3: alimentos marinos y semillas y nueces. El salmón, el arenque, la trucha, el pescado azul y las sardinas contienen ácido eicosapentaenoico, o EPA, y ácido docosahexaenoico, o DHA. Los aceites de canola y linaza, las semillas de lino y las nueces contienen ácido alfa-linolénico o ALA. La EPA y el DHA predominan en la retina y el cerebro humanos porque rigen las actividades de las células y neuronas de la retina. Los ácidos grasos Omega-3 promueven la salud cardiovascular al reducir la agregación plaquetaria y la inflamación. La inflamación crónica o de grado bajo es una característica clínica de la obesidad, el síndrome metabólico y la diabetes, todos los cuales son factores que aumentan el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.
Pautas basadas en alimentos
Las pautas revisadas de la Asociación Estadounidense del Corazón resaltan la importancia de una dieta saludable y de mantener un peso óptimo para reducir el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular. La organización recomienda a las personas sanas consumir dos porciones de pescado graso por semana, y también recomienda comer alimentos derivados de plantas ricos en ácido alfa-linolénico.
Para las personas con antecedentes conocidos de enfermedad coronaria, mientras tanto, la AHA recomienda tomar alrededor de 1 gramo total de EPA y DHA todos los días. Esto se puede obtener a partir de pescado azul o suplementos de aceite de pescado, si su médico lo aprueba.
Se recomienda a las personas con altos niveles de triglicéridos tomar de 2 a 4 g de EPA y DHA bajo el cuidado de un médico, una ingesta que puede conducir a una reducción de 20 a 40 por ciento en los niveles de triglicéridos, según una investigación publicada en 2003 en la revista "Arteriosclerosis, Thrombosis, and Vascular Biology". Los investigadores advierten que tomar dosis más altas de estos ácidos grasos omega-3 puede conducir a un sangrado excesivo.
Suplementos de aceite de pescado
Según los resultados del estudio reportados en 2010 en las sesiones científicas de la American Heart Association, tomar ácidos grasos omega-3 en forma de cápsula no fue mejor que un placebo para controlar la fibrilación auricular, un riesgo de ataque cardíaco y golpes. La fibrilación auricular es un latido cardíaco anormal en el que las cámaras superiores del corazón tiemblan en lugar de latir eficazmente para mover la sangre hacia las cámaras inferiores.
Un grupo de pacientes con fibrilación auricular recibió 4 g de cápsulas de omega-3 por día, y otro grupo recibió un placebo durante 24 semanas. Los investigadores encontraron que la administración de suplementos de omega-3 fue ineficaz en el tratamiento de la fibrilación auricular.
Advertencias
La Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. Advierte contra el consumo excesivo de atún, tiburón, pez espada, caballa gigante y blanquillo debido a sus altos niveles de mercurio. Las mujeres que están embarazadas o amamantando y los niños pequeños deben evitar comer estos peces por completo. La agencia señala que es aceptable comer dos comidas por semana (unas 12 onzas en total) de mariscos como el salmón, el bagre y el camarón. Consulte con las autoridades locales sobre la seguridad de los peces capturados en su área.