Anemia es una de las deficiencias nutricionales más prevalentes en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, más del 25 por ciento de la población mundial padece algún tipo de anemia. Si consume una dieta con alimentos altamente procesados, no tiene una ingesta equilibrada de nutrientes en su dieta o tiene ciertas condiciones de salud, puede estar en riesgo de desarrollar anemia. Una dieta equilibrada y basada en alimentos integrales es la mejor manera de prevenir o combatir la anemia.
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Descripción general de la anemia
Cuando está anémica, su sangre carece de glóbulos rojos. La condición también ocurre si sus glóbulos rojos carecen de hemoglobina en su centro. La molécula de hemoglobina transporta oxígeno de sus pulmones a sus células. La falta de oxígeno causada por la anemia puede hacer que se sienta cansado, débil o mareado o que le provoque dificultad para respirar o dolores de cabeza. Si la anemia es grave o prolongada, es posible que sufra daños en el corazón, el cerebro u otros órganos, según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre.
Anemia por deficiencia de hierro
La falta de hierro mineral en su dieta es la causa más común de anemia. La formación de glóbulos rojos y la hemoglobina requiere hierro. Sin suficiente, sus glóbulos rojos pueden ser demasiado pequeños, o puede que no haya suficientes en su cuerpo. Obtiene una forma de hierro fácilmente asimilable llamada hierro hemo de muchas proteínas animales como carne de res, pavo, atún, cerdo, pollo, mariscos y huevos. Los alimentos vegetarianos, como los frijoles, las verduras de hoja verde oscuro y los cereales fortificados para el desayuno y el pan, contienen hierro no hemo, que es algo más difícil de absorber para el cuerpo. El consumo de una fuente de vitamina C junto con hierro, sin embargo, mejora su absorción. Las mujeres mayores de 50 años y todos los hombres necesitan al menos 8 miligramos de hierro por día, mientras que las mujeres menores de 50 años requieren al menos 18 miligramos por día.
Falta de ácido fólico
Si su dieta carece de vitamina B, ácido fólico, también puede desarrollar anemia. Esto se llama anemia megaloblástica y se caracteriza por glóbulos rojos grandes, deformes y subdesarrollados. Además de los síntomas tradicionales de anemia, puede desarrollar piel pálida, disminución del apetito, irritabilidad y diarrea con anemia megaloblástica. Las personas que beben alcohol regularmente; tener una afección del sistema digestivo, como la enfermedad celíaca; o están embarazadas tienen una mayor necesidad de ácido fólico y pueden estar en riesgo de anemia, según Johns Hopkins Medicine. Para prevenir este tipo de anemia, coma mucho ácido fólico, que se encuentra en vegetales de hojas verdes, frutas, granos, levadura y carnes.
Inadecuación de B-12
Según Johns Hopkins Medicine, también puede desarrollar una forma de anemia megaloblástica, llamada anemia perniciosa, si su dieta carece de vitamina B-12.Para obtener más B-12, aumente su consumo de huevos, carne, aves, leche, mariscos y cereales fortificados para el desayuno. Su cuerpo puede tener dificultades para absorber B-12 si le faltan ciertas enzimas digestivas en el estómago, si se sometió a una cirugía en el tracto digestivo o si tiene una enfermedad autoinmune, como la diabetes tipo 1. En algunos casos, su proveedor de atención médica puede sugerir una inyección B-12 para combatir la anemia perniciosa.
Otros nutrientes
El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre señala que también se requieren vitamina C, riboflavina y cobre en pequeñas cantidades para la producción adecuada de glóbulos rojos. Obtiene riboflavina dietética del consumo de huevos, leche, nueces y cereales fortificados. La vitamina C se encuentra en frutas y verduras frescas, como naranjas, pimientos, verduras de hoja verde y brócoli. Obtienes el cobre mineral de mariscos, mariscos, nueces, semillas y soja. La falta de estos nutrientes en su dieta puede aumentar su riesgo de desarrollar anemia.