El pie y el tobillo se componen de muchos huesos pequeños que trabajan juntos durante el ejercicio para ayudarlo a correr, cambiar su peso y saltar. Debido a que el ejercicio ejerce presión adicional sobre las articulaciones del pie y del tobillo, los ligamentos, los músculos y los tendones, los pies están sujetos a lesiones, hinchazón y dolor. Mientras que un poco de dolor o incomodidad adicional puede ser común después de una sesión de ejercicio, experimentar dolor intenso o hinchazón puede indicar una lesión más grave o la necesidad de cambiar la forma de hacer ejercicio para evitar lesiones futuras.
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Causas
En algunos casos, el dolor de pies y tobillos se puede atribuir al uso de calzado no compatible o al hecho de no estirar los músculos adecuadamente antes de hacer ejercicio. Hacer estos pequeños cambios puede ayudar a aliviar el dolor. El dolor en los pies también puede estar relacionado con la pérdida del relleno natural del pie que ocurre con la edad o incluso la osteoartritis del pie y las articulaciones del tobillo. Aumentar demasiado la duración o la intensidad de tu ejercicio puede significar que tus pies y tobillos no estén preparados para adaptarse a la intensidad extra. Los movimientos repentinos de torsión también causan un esguince de tobillo, una lesión atlética común.
Zapatos para usar
Sus zapatos deportivos le ayudan a protegerse contra el dolor y las lesiones en los pies al apoyar y amortiguar el pie. Los zapatos adecuados para ti dependen de la actividad que estés realizando. Por ejemplo, si usted es un atleta que se involucra en movimientos de torsión y balanceo como los de baloncesto, fútbol americano o voleibol, los mejores zapatos de tacón alto o tres cuartos son los mejores para proteger los tobillos de torsiones. Para otros tipos de ejercicios, concéntrese en la comodidad y la función de las actividades que realiza habitualmente. Si habitualmente practica aeróbicos escalonados, una zapatilla de trail running que se hace para aumentar la tracción en la suciedad sería demasiado pesada y acanalada en la parte inferior para pisar. Además, reemplace sus zapatos cada 300 a 500 millas. Si sus zapatos comienzan a mostrar demasiado desgaste en la parte inferior o las espaldas comienzan a romperse, es hora de comprar nuevos zapatos deportivos.
Tratamiento
Si bien el tratamiento puede variar en función del dolor de tobillo y / o pie específico que experimenta, existen algunas técnicas que puede usar para disminuir el dolor. El primero es usar técnicas de masaje deportivo para frotar el pie y aliviar los músculos cansados y adoloridos después del ejercicio. Aplicar hielo en el pie y elevarlo después del ejercicio puede ayudar a reducir la inflamación que produce dolor. Usar un tobillo incluso después de hacer ejercicio puede ayudar a estabilizar la articulación del tobillo y reducir la inestabilidad. Si el pie continúa doliendo durante más de unas pocas horas, evite hacer ejercicio por lo menos un día adicional o cambie a un ejercicio de bajo impacto como nadar para reducir la presión sobre el pie y el tobillo.
Advertencia
Algunos síntomas de pie y tobillo indican la necesidad de tratamiento médico inmediato.Si el pie no responde a sus técnicas de autocuidado después de una o dos semanas, solicite una evaluación médica. Los síntomas que indican la necesidad de tratamiento médico incluyen la incapacidad de soportar peso en el pie, sangrado, deformidad o una llaga abierta acompañada de fiebre. Su médico puede evaluar su pie y recomendar opciones de tratamiento, que pueden incluir cirugía en casos severos.