A diferencia de otros vegetales, la soja, un cultivo comestible de Asia, es una fuente completa de proteína que contiene los nueve aminoácidos esenciales en cantidades adecuadas. Los aminoácidos determinan la estructura y la función de las proteínas. La soya también puede tener muchos otros beneficios para la salud, como la reducción de la presión arterial y el colesterol. Sin embargo, los pacientes con artritis gotosa deben eliminar la soja de su dieta. La soja contiene compuestos llamados purinas, que pueden empeorar la gota.
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Soja y gota
Una alta ingesta de alimentos productores de purina como la soja puede aumentar la cantidad de ácido úrico en la sangre. El ácido úrico es un producto del metabolismo de la purina. El exceso de ácido úrico se acumula y forma cristales en forma de aguja en una articulación. Esto causa que la articulación afectada se inflame. La gota puede tratarse a través de un estilo de vida saludable, una dieta adecuada y la medicación adecuada. Los médicos recomiendan alopurinol, un medicamento que bloquea la producción de ácido úrico por el cuerpo.
Cantidad de purina en soja
No hay suficiente información disponible sobre el contenido exacto de purina de la soja. En general, es mejor evitar los alimentos que suministran más de 150 mg de purina por cada 100 g. Todas las purinas finalmente terminan en ácido úrico. La enzima phosphoribosyl pyrophosphate se propone como la fuerza impulsora de la sobreproducción de ácido úrico. El exceso de ácido úrico forma cristales de urato en espacios articulares y prepara el escenario para la gota.
Tofu y Gout
Los pacientes con gota deben restringir las purinas en sus dietas. Los alimentos de soja como el miso, el tempeh, la leche de soja, el brote de soja y el yogur de soja tienen cantidades moderadas de purinas. Sin embargo, un enfermo de gota puede usar proteína de soja del tofu, un producto alimenticio blando hecho de leche de soja. A diferencia de la mayoría de los alimentos de soya, el tofu es bajo en purinas pero tiene un alto contenido de proteínas. Esto hace una contribución sustancial a la nutrición.
Otros efectos adversos
Las isoflavonas, un grupo de fitoestrógenos, en la soya pueden afectar la función tiroidea. Por lo tanto, las personas con función tiroidea alterada no deben consumir soja en grandes cantidades. Las isoflavonas de soya inhiben la enzima peroxidasa tiroidea que es esencial para utilizar yodo en la glándula tiroides. La soya también puede producir síntomas alérgicos como erupción cutánea, náuseas, dificultad para tragar, respiración sibilante y pulso bajo.