La cirrosis hepática está marcada por cicatrices severas que impiden que el hígado funcione normalmente. Puede ser el resultado de una serie de causas, la más común en los Estados Unidos es el abuso del alcohol y la hepatitis C, informa el Centro Nacional de Información sobre Enfermedades Digestivas. El deterioro de la función hepática y las complicaciones posteriores requieren modificaciones dietéticas para controlar estos problemas. Tenga cuidado con cualquier alternativa, terapias nutricionales infundadas que requieran medidas dietéticas drásticas, particularmente aquellas que requieren grandes cantidades de hierbas, al igual que algunas drogas, algunas hierbas también pueden causar daño al hígado.
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Trabajar con un dietista registrado
Muchas personas que sufren de cirrosis sufren de algún grado de desnutrición debido a factores como falta de apetito, la capacidad reducida del hígado para asimilarse nutrientes y dietas mal planificadas. Debe trabajar con un dietista registrado con experiencia en el trabajo con pacientes con cirrosis. Un dietista puede ayudarlo a planificar una dieta nutricionalmente sana que tenga en cuenta las restricciones alimentarias según el estadio de su enfermedad y las complicaciones que experimenta personalmente, así como sus preferencias alimenticias. Esto asegurará que obtenga las calorías y los nutrientes que necesita. Si bien una buena nutrición es importante para cualquier persona, se vuelve fundamental cuando se padecen enfermedades crónicas.
Consideraciones de proteínas
Su cuerpo necesita proteínas para una variedad de propósitos, incluida la construcción de masa muscular. Si tiene cirrosis, necesita proteínas de alta calidad para reparar los tejidos dañados. Sin embargo, cuando la proteína se descompone, crea subproductos tóxicos como el amoniaco y otras sustancias que un hígado saludable normalmente puede filtrar. Si tiene cirrosis, su hígado no puede manejar este trabajo de manera efectiva. Las toxinas pueden acumularse en el torrente sanguíneo y viajar al cerebro, causando confusión y pérdida de memoria. Su dietista y su médico pueden ofrecerle orientación sobre la cantidad de proteína que debe comer. El Dr. Arthur Schoenstadt, escribiendo para eMed TV, dice que la investigación ha demostrado que los pacientes con cirrosis parecen sufrir menos complicaciones cuando comen más proteínas vegetales como tofu y frijoles y proteínas animales no cárnicas como huevos y productos lácteos.
Ingesta de sodio
La cirrosis puede causar una afección llamada ascitis, que conduce a la acumulación de líquido en el abdomen. Comer demasiado sodio empeorará la ascitis ya que alienta a su cuerpo a retener líquidos. Si sufre de ascitis, tendrá que limitar su ingesta de sodio a alrededor de 2.000 mg al día, de acuerdo con la Asociación Dietética estadounidense. Leer las etiquetas de los alimentos adquiere una importancia suprema, ya que la mayoría de la sal en su dieta probablemente proviene de artículos preparados comercialmente, como sopa enlatada y cenas congeladas.La ADA recomienda elegir artículos que tengan menos de 300 mg de sodio por porción. Su mejor apuesta para limitar la ingesta de sodio implica comer tantos alimentos frescos y no procesados como sea posible; a menudo contienen cantidades minúsculas de sal, por lo que no tendrá que vigilar obsesivamente cada miligramo.
Controlando el nivel de azúcar en la sangre
Según British Liver Trust, una organización sin fines de lucro que proporciona información e investigación sobre la enfermedad hepática, algunas personas con cirrosis pueden sufrir niveles altos de azúcar en la sangre, lo que puede conducir a la diabetes. Si tiene este problema, debe elegir carbohidratos más saludables como granos integrales, frutas y verduras y reducir los carbohidratos refinados como el pan blanco y las galletas, pasteles y dulces ricos en azúcar. Su dietista y su médico lo ayudarán a diseñar un plan para obtener carbohidratos de alta calidad.
Reduciendo el riesgo de infección
La función hepática alterada puede aumentar su susceptibilidad a la infección, lo que significa que debe evitar los alimentos que tienen más probabilidades de contener bacterias dañinas y otros microbios. No coma productos lácteos crudos o no pasteurizados, jugos de frutas o vegetales, carnes crudas o poco cocidas, huevos, pescado o tofu o brotes crudos. Lave todas las frutas y vegetales antes de comerlos.
Consejos para comer
La cirrosis puede disminuir el apetito; la ascitis puede dificultar comer comidas grandes. Comer comidas más pequeñas durante todo el día en lugar de tratar de forzar tres grandes podría ayudarlo a satisfacer mejor sus necesidades calóricas diarias. Cuando sientas que no puedes comer mucho, opta por alimentos ricos en calorías como lácteos enteros para maximizar el consumo de calorías. Beber suplementos nutricionales también puede ayudarlo a cumplir con sus requerimientos nutricionales.