La mayoría de las personas están familiarizadas con la sensación de sus cuerpos durante el ejercicio; el corazón late más rápido y se vuelve más difícil respirar. Esta es una respuesta al aumento del trabajo de los músculos y una creciente necesidad de oxígeno en todo el cuerpo. Una vez que haya terminado de hacer ejercicio, su respiración y ritmo cardíaco lentamente volverán a la normalidad, y mientras más ejercicio realice, más eficiente se vuelve este sistema.
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Restauración de oxígeno
Las tasas de respiración permanecen elevadas inmediatamente después del ejercicio aeróbico. La respiración rápida continúa moviendo el oxígeno a través de los pulmones y, finalmente, hacia el torrente sanguíneo y hacia los músculos. Aunque los músculos no se usan tanto como durante un entrenamiento, este aumento en la respiración y la frecuencia cardíaca previene la acumulación de dióxido de carbono y restaura el oxígeno necesario que se agotó durante el ejercicio.
Período de recuperación
El tiempo que le lleva a su corazón y su respiración volver a disminuir a sus ritmos de reposo se conoce como el período de recuperación. Su longitud puede variar entre las personas, y puede tener un tiempo de recuperación más lento en comparación con otra persona. Las personas que son atletas entrenados o que hacen ejercicio consistentemente tienen tiempos de recuperación más rápidos que aquellos que viven con un estilo de vida sedentario y que de vez en cuando se ejercitan.
Enfriamiento
Después de su rutina de ejercicios, es importante un período de enfriamiento para volver lentamente a su ritmo cardíaco y patrones de respiración a la normalidad. Después de entrenar, espere al menos cinco minutos para que se enfríe, lo que incluye disminuir lentamente la intensidad de su entrenamiento hasta que esté listo para detenerse. Puede seguir esto con estiramientos y ejercicios de rango de movimiento. Evite detener el ejercicio por completo hasta que haya tenido tiempo suficiente para enfriarse. La disminución dramática en la actividad muscular puede hacer que su presión arterial baje, lo que produce mareos o aturdimiento.
Efectos a largo plazo
Cuando hace ejercicio regularmente, su corazón se vuelve más eficiente bombeando sangre. Aunque su respiración y frecuencia cardíaca aumentarán durante el ejercicio, es posible que luego tenga una frecuencia cardíaca más lenta. Debido a que su corazón es un músculo, se acondiciona con actividad regular y requiere menos esfuerzo para bombear sangre oxigenada. Esto se refleja tanto durante como después del ejercicio. Su ritmo cardíaco aún aumentará durante el ejercicio, pero no tan bruscamente porque el corazón se fortalece; su respiración se intensificará, pero puede estar menos aliento. Una vez que se complete su rutina de ejercicios, la respiración y la frecuencia cardíaca volverán a la normalidad más rápidamente.