Para la mayoría de las mujeres embarazadas, el ejercicio no solo es seguro, sino que también se fomenta. El ejercicio puede ayudarlo a sentirse mejor mental y físicamente, pero en algunas situaciones, el ejercicio puede poner en riesgo la vida de su bebé por nacer. El ejercicio, por sí mismo, no mata al feto, pero los efectos del ejercicio, como el oxígeno restringido para el bebé, pueden interrumpir un embarazo. Solo su médico puede determinar qué es lo mejor para usted y su bebé.
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Beneficios de salud
El ejercicio regular puede ayudar a combatir las muchas incomodidades del embarazo. El ejercicio mejora la circulación, lo que a su vez ayuda a prevenir las hemorroides, el estreñimiento, la inflamación del tobillo, los calambres en las piernas y las venas varicosas. El ejercicio puede darle más energía durante el día y ayudarlo a dormir mejor por la noche. Mantenerse en forma puede fortalecer su espalda, disminuyendo el dolor de espalda por el peso extra del embarazo. Si bien no deseas perder peso durante el embarazo, puedes utilizar el ejercicio para limitar la cantidad de grasa que ganas. Alguna evidencia sugiere que las mujeres en buena forma física tienen trabajos más cortos y seguros.
Riesgos para la salud
Excederse pone en peligro la salud de su bebé. Si la temperatura de su cuerpo aumenta más de 101 grados Fahrenheit, su bebé puede estar en riesgo de defectos de nacimiento, especialmente en el primer trimestre. Si pierde el equilibrio, podría caerse y dañar a su bebé. Los ejercicios de actividad vigorosa pueden restringir el flujo de oxígeno a su bebé. Evite cualquier deporte de contacto que pueda causar un fuerte impacto en su estómago. También debe evitar pasar demasiado tiempo acostado boca arriba después de la semana 20 de embarazo.
Ejercicios recomendados
Durante el embarazo, cualquier ejercicio de intensidad moderada que te haga respirar más pero te permita mantener una conversación, es lo mejor. La natación le brinda un entrenamiento cardiovascular seguro sin poner tensión en sus huesos y articulaciones. Hacer caminatas y practicar yoga puede relajarte y proporcionarte ejercicios de bajo impacto. Si te has dedicado a andar en bicicleta, caminar, bailar, hacer ejercicio aeróbico o trotar en tu vida anterior al embarazo, es probable que puedas continuar con seguridad; sin embargo, su riesgo de caer aumenta a medida que progresa su embarazo y cambia su centro de equilibrio.
Consideraciones
Independientemente de lo saludable y físicamente aptos que pueda estar, debe consultar a su médico antes de comenzar cualquier tipo de ejercicio durante el embarazo. Comience un nuevo programa de ejercicios lentamente, y conozca sus límites, y señales de advertencia de angustia. Debe dejar de hacer ejercicio si siente dolor, dificultad para respirar, mareos, sobrecalentamiento o si experimenta palpitaciones cardíacas. Si tiene un embarazo de alto riesgo o riesgo de parto prematuro, su médico debe monitorear de cerca cualquier programa de ejercicios. Además, si tiene ciertas condiciones de medicación, como diabetes, presión arterial alta, sangrado vaginal o contracciones tempranas, su médico puede aconsejarle que limite su actividad física.