la masa de galletas crudas puede portar patógenos peligrosos y cuando estás amamantando esto puede ser una preocupación aún mayor que en otras ocasiones; sin embargo, a pesar de los peligros, podría no ser un gran problema si accidentalmente come algo que no debería. Practicar la seguridad alimentaria es una buena idea para una madre lactante, pero si se enferma, no necesariamente tiene que dejar de amamantar.
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Nutrición de la lactancia materna
Las madres que amamantan no necesitan restringir grupos de alimentos específicos durante la lactancia, incluidos bocadillos o postres. Si está amamantando a un bebé, debe apuntar a comer una dieta balanceada que contenga todos los nutrientes que usted y su bebé necesitan, pero esto debe ser posible a través de una dieta sana y equilibrada. La masa para galletas, tanto cruda como preparada como galletas, no es la comida más saludable, pero nutricionalmente no debería presentar ningún problema cuando se come ocasionalmente como parte de una dieta equilibrada.
Seguridad de los alimentos con masa para galletas
La principal preocupación sobre comer masa de galletas crudas, ya sea amamantando o no, es la posibilidad de contaminación con la bacteria salmonella. La Salmonella a veces ocurre en huevos crudos, un ingrediente en la masa de galletas crudas. Solo alrededor de 1 de cada 10 000 huevos están infectados con este patógeno, según el Centro Nacional de Información sobre Enfermedades Digestivas, por lo que en la mayoría de los casos incluso la masa de galletas crudas permanecerá segura. Cocinar destruye el patógeno de la salmonela, por lo que las galletas preparadas no conllevan ningún riesgo. Las galletas preparadas sin huevos también pueden ser completamente seguras para el consumo.
Salmonella y amamantamiento
Incluso si toma un sorbo ocasional de masa de galletas crudas, no debe temer transmitirle a su hijo una posible infección por salmonela, siempre que no alimente al bebé cualquiera de la masa en sí. Salmonella no pasa a la leche materna del tracto digestivo de la madre. De hecho, la lactancia en realidad ejerce un efecto protector contra la salmonela. Las células inmunes en la leche materna, y el calostro, el líquido producido antes de la leche materna entra, destruye los organismos salmonella.
Puntos a considerar
Si contrae salmonella, continúe amamantando a su bebé, pero asegúrese de obtener líquidos adicionales, ya que los vómitos y la diarrea causados por esta enfermedad pueden causar deshidratación. La deshidratación severa puede afectar negativamente el suministro de leche, por lo tanto, si esto ocurre, es posible que tenga que suplementar con leche o fórmula bombeada almacenada. Los síntomas de Salmonella incluyen calambres abdominales, náuseas, vómitos, diarrea, fiebre y deshidratación.