Los niveles altos de potasio pueden conducir a un tipo de ataque cardíaco llamado paro cardíaco repentino. A diferencia de los ataques cardíacos regulares, el paro cardíaco repentino se caracteriza por un cese súbito e inesperado de los latidos cardíacos. Un paro cardíaco repentino generalmente ocurre como resultado de una arritmia cardíaca o un ritmo cardíaco anormal, que puede ser causado por niveles altos de potasio en la sangre.
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Sistema eléctrico del corazón
La frecuencia y el ritmo de los latidos del corazón se controlan mediante un sistema eléctrico en el corazón. El corazón contiene una estructura llamada nodo sinoauricular o SA. Esta estructura a menudo se denomina marcapasos del corazón porque envía la señal eléctrica inicial que controla los latidos cardíacos. La señal eléctrica del nodo SA viaja a la aurícula derecha, donde envía señales a las aurículas para que se contraigan. La señal eléctrica viaja luego al nódulo auriculoventricular o AV, donde indica a los ventrículos que se contraigan. Cuando las señales eléctricas siguen este patrón, el latido del corazón permanece normal.
Hipercalemia y arritmia
El potasio es un mineral además de un electrolito, lo que significa que tiene una carga eléctrica. Si tiene demasiado potasio en la sangre, la señal eléctrica que transporta puede provocar cambios en los latidos cardíacos llamados arritmias. Si las arritmias se vuelven severas, pueden cambiar la acción de bombeo del corazón a tal punto que se interrumpe el flujo sanguíneo normal, lo que puede conducir a un paro cardíaco repentino.
Síntomas
A diferencia de la mayoría de los ataques cardíacos, el paro cardíaco súbito ocurre repentinamente y no presenta muchas señales de advertencia. El primer signo de un paro cardíaco repentino es generalmente la pérdida de la conciencia con la ausencia de un pulso. Algunas personas pueden sentirse mareadas o aturdidas o experimentar dolor en el pecho, dificultad para respirar, náuseas o vómitos.
Tratamiento
El paro cardíaco repentino requiere tratamiento de emergencia inmediato con un desfibrilador. Un desfibrilador envía una descarga eléctrica al corazón en un intento de restablecer el ritmo cardíaco normal. Según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, el 95 por ciento de las personas que experimentan un paro cardíaco repentino mueren en cuestión de minutos.
Si sobrevives a un paro cardíaco repentino, te enviarán al hospital para recibir tratamiento adicional. Para restaurar sus niveles de potasio a la normalidad, puede recibir la administración intravenosa de glucosa e insulina, que ayudan a las células a absorber cantidades excesivas de potasio, según el Milton S. Hershey Center. Si sus altos niveles de potasio fueron causados por la falla de los riñones, se puede administrar diálisis para ayudarlo a eliminar el exceso de potasio.
Prevención
Según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, una vez que ha tenido un paro cardíaco repentino, corre el riesgo de una recurrencia.Para reducir su riesgo, es importante controlar de cerca sus niveles de potasio. Si tiene una enfermedad que afecta la regulación de potasio de su cuerpo, evite los alimentos ricos en potasio, como plátanos, tomates, naranjas, espinacas, patatas, guisantes y frijoles.