Una dieta de alimentos crudos se basa en alimentos crudos, sin procesar, derivados de plantas. Los alimentos básicos de la dieta incluyen frutas y verduras orgánicas, brotes, granos no procesados, nueces, frijoles y algas marinas. En algunos casos, se permiten alimentos ligeramente calentados, como sopa de vegetales calientes. Dependiendo de la rigurosidad de su dieta, comer principalmente alimentos crudos puede presentar riesgos, incluidas deficiencias de nutrientes y enfermedades potencialmente graves. Para aprender formas saludables de incorporar los principios de la dieta de alimentos crudos en su estilo de vida, busque la orientación de su dietista.
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Deficiencia de vitamina B12
La vitamina B12 es un nutriente soluble en agua que desempeña un papel importante en la función cerebral, la producción de glóbulos rojos y la síntesis de ADN. Las personas que consumen una estricta dieta vegetariana o vegana corren el riesgo de padecer deficiencia de vitamina B12 ya que el nutriente solo se encuentra naturalmente en los alimentos derivados de animales, como productos lácteos, carne y pescado. Mientras que los cereales fortificados para el desayuno son fuentes valiosas de vitamina B12 para los vegetarianos, las dietas de alimentos crudos generalmente no contienen cereales de desayuno procesados. Los síntomas de la deficiencia de vitamina B12 incluyen fatiga, estreñimiento, falta de apetito, entumecimiento u hormigueo en los pies y las manos, dolor en la boca, problemas de equilibrio, depresión, mala memoria y confusión mental. La Oficina de Suplementos Dietéticos sugiere abordar la deficiencia de vitamina B12 con prontitud para evitar daños permanentes. El tratamiento puede incluir suplementos orales, inyecciones de vitamina B12 o cambios en la dieta.
Problemas de colesterol
El consumo de una dieta de alimentos crudos también puede afectar negativamente sus niveles de colesterol. Según una investigación publicada en el "Journal of Nutrition", una dieta de alimentos crudos puede mejorar sus niveles de triglicéridos, pero obstaculizar su HDL, o colesterol bueno. El cuarenta y seis por ciento de los dietarios de alimentos crudos estudiados demostraron un colesterol HDL anormalmente bajo, un factor de riesgo significativo para la enfermedad cardíaca. Mientras que algunos dietarios de alimentos crudos incluyen aceites de origen vegetal en sus dietas, muchos otros no, ya que los aceites no se producen naturalmente y requieren procesamiento. Otros alimentos que promueven niveles positivos de HDL, como el pescado, los mariscos, la mantequilla de maní y los panes y cereales integrales, también están restringidos o limitados en la mayoría de las dietas de alimentos crudos. Comer muy pocas formas aceptables de grasa cruda, como nueces, aguacates y semillas, aumenta su riesgo de tener problemas de colesterol.
Pobre densidad ósea
Comer muy pocas calorías, mantener un peso corporal bajo y consumir cantidades deficientes de calcio y vitamina D son factores de riesgo significativos para la osteoporosis, una afección caracterizada por huesos débiles y quebradizos. Dado que muchas dietas de alimentos crudos se basan en alimentos bajos en calorías, como frutas, verduras y granos germinados, y alimentos poco densos, es posible que le resulte difícil satisfacer sus necesidades calóricas diarias.Si bien el calcio es frecuente en algunos alimentos crudos, como las verduras y las almendras, es posible que no consuma las cantidades necesarias para satisfacer sus necesidades de nutrientes. Por ejemplo, 1 taza de brócoli crudo picado proporciona aproximadamente 43 g de calcio. Una taza de leche proporciona 300 mg. Para absorber adecuadamente el calcio, su cuerpo necesita aproximadamente de 600 a 800 unidades internacionales de vitamina D por día. Si bien puede obtener vitamina D de la exposición al sol, las fuentes dietéticas disponibles de vitamina D incluyen mariscos, carne, huevos y productos lácteos fortificados, que por lo general no están incluidos en las dietas de alimentos crudos. El consumo de una dieta estricta y baja en calorías de alimentos crudos aumenta significativamente el riesgo de una densidad ósea deficiente, osteoporosis y fracturas óseas resultantes.