Los zapatos de baloncesto de altura tienen mucho para ellos: estilo, comodidad y respaldo de los futuros miembros del Salón de la Fama. Lo que las altas cimas no pueden hacer es prevenir esguinces de tobillo. De hecho, los esguinces de tobillo son la lesión más común en el baloncesto tanto en los niveles de NCAA como de NBA.
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¡No es la falla del zapato
Un artículo publicado en la edición de octubre-diciembre de 2002 de "Journal of Athletic Training" examinó los factores de riesgo para el esguince de tobillo e informó que al menos 2 estudios no han mostrado ninguna correlación entre el tipo de calzado y los esguinces de tobillo. Un estudio comparó a los reclutas militares que vestían botas de infantería livianas o botas altas. El otro comparó las lesiones de tobillo entre los jugadores de baloncesto asignados al azar a grupos que llevaban zapatos con la parte superior baja, zapatos con tacones altos o camisetas altas con cámaras de aire inflables.
Las zapatillas de baloncesto de alta calidad absorben los golpes y mejoran el rendimiento al proporcionar un buen soporte lateral y tracción. Lo que no pueden hacer es detener el movimiento del pie y el tobillo dentro del zapato, especialmente el rodillo lateral que causa muchas lesiones comunes en el tobillo.
¡Un esguince conduce a otro
Los jugadores de baloncesto pueden considerar el uso de brackets semirrígidos o con cordones para proporcionar un soporte adicional en el tobillo. Los autores de "Journal of Athletic Training" concluyeron que el uso de un corsé disminuye el riesgo de una nueva lesión entre los atletas con un esguince de tobillo previo. Otro estudio publicado en el "American Journal of Sports Medicine" en septiembre de 2011 evaluó el uso de aparatos ortopédicos con cordones en jugadores de baloncesto masculinos y femeninos durante una temporada de la escuela secundaria. Los investigadores encontraron que los jugadores que usaban corsés tenían significativamente menos lesiones en el tobillo durante la temporada. Este efecto protector se observó en jugadores masculinos y femeninos, independientemente de si el atleta tuvo un esguince de tobillo previo.