Su sistema circulatorio consiste en su corazón, vasos sanguíneos y sangre, y es responsable de transportar oxígeno vital en todo su cuerpo. Cuando haces ejercicio, la necesidad de oxígeno de tu cuerpo aumenta; cuanto más duro trabajes, más oxígeno demanda tu cuerpo. Para garantizar que haya suficiente oxígeno disponible para sus músculos durante la actividad, su cuerpo realiza cambios a corto y largo plazo.
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Ejercicio y su corazón
Su corazón, conocido como el miocardio, que significa músculo cardíaco, es una bomba de cuatro cámaras del tamaño de su puño, ubicado levemente a la izquierda del centro en tu cofre. Su trabajo es bombear sangre. Cuando hace ejercicio, su ritmo cardíaco puede aumentar desde un promedio de reposo de 72 a 200 latidos por minuto, dependiendo de su nivel de condición física y edad. A medida que se pone en forma, su corazón se fortalece y disminuye su ritmo cardíaco en reposo.
Ejercicio y vasos sanguíneos
Los vasos sanguíneos transportan sangre por todo el cuerpo. Las arterias sacan sangre de tu corazón; Las venas devuelven sangre a su corazón y los capilares se caen y acumulan sangre en sus músculos y pulmones. A medida que se ejercita, la hormona adrenalina hace que los vasos sanguíneos se expandan para permitir el paso de un volumen de sangre mayor de lo normal. Esto se llama vasodilatación, que es una respuesta a corto plazo al ejercicio y es una de las razones por las que los vasos sanguíneos de la superficie pueden volverse más prominentes durante el ejercicio. Una respuesta a largo plazo al ejercicio es la construcción de nuevos capilares, por lo que se puede administrar más oxígeno y se puede eliminar más dióxido de carbono de tus músculos activos.
Blood Pooling
Cuando haces ejercicio, la sangre se desvía de órganos no esenciales, como aquellos involucrados en tu sistema digestivo y reproductivo, y en tus músculos activos. Esto se denomina acumulación de sangre y asegura que los músculos que trabajan obtienen la cantidad de oxígeno que necesitan. Una vez que haya terminado su ejercicio extenuante, es importante alentar a la sangre acumulada a moverse fuera de los músculos y volver a la circulación general. Esto se logra comúnmente realizando un enfriamiento que consiste en ejercicio cardiovascular ligero y estiramiento. La acumulación de sangre restante en los músculos está relacionada con el inicio del dolor muscular posterior al ejercicio.
Ejercicio y su sangre
Su sangre contiene tres tipos diferentes de células: glóbulos blancos que combaten las infecciones, plaquetas que ayudan en la coagulación y glóbulos rojos que transportan oxígeno. Estas células se suspenden en un líquido llamado plasma que es predominantemente agua. Mientras hace ejercicio, sus glóbulos rojos se saturan con oxígeno en un esfuerzo por asegurarse de que haya suficiente oxígeno disponible para sus músculos.Como un beneficio a largo plazo del ejercicio, su conteo de glóbulos rojos aumenta a medida que se pone en forma para poder transportar mayores cantidades de oxígeno por todo su cuerpo.