La deshidratación es la pérdida de líquido del cuerpo. Existen muchos motivos para la deshidratación, como insolación, ejercicio extenuante, enfermedad renal, vómitos y diarrea, y enfermedades crónicas como la diabetes. Los síntomas de la deshidratación incluyen labios y boca secos, frecuencia cardíaca rápida y disminución de la producción de orina. La deshidratación puede afectar la concentración de los electrolitos del cuerpo, causando un desequilibrio de líquidos y electrolitos. Si bien su cuerpo contiene varios electrolitos, incluido el calcio, los más afectados por la deshidratación son el sodio, el potasio y el cloruro.
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Sodio
El sodio es uno de los electrolitos más estrechamente ligado al equilibrio de líquidos del cuerpo, ya que el agua tiende a ir a las áreas de mayor concentración de sodio. La deshidratación puede causar hiponatremia o niveles bajos de sodio o hipernatremia o niveles altos de sodio. Los síntomas de bajo sodio incluyen dolor de cabeza, náuseas y vómitos, confusión y fatiga. El alto contenido de sodio puede causar aumento de la sed, confusión y espasmos musculares, y puede provocar convulsiones y coma.
Potasio
El potasio es otro electrolito que puede verse afectado por la deshidratación. El potasio es importante para la contracción muscular y el ritmo cardíaco. La mayoría del potasio en el cuerpo se almacena dentro de las células, por lo que pequeños cambios en la concentración de potasio en el torrente sanguíneo pueden tener consecuencias graves para la salud. La deshidratación puede provocar hipercalemia o aumento de los niveles de potasio. El potasio alto puede causar arritmia o ritmos cardíacos anormales que podrían poner en riesgo la vida.
Cloruro
Los niveles de cloruro en el torrente sanguíneo generalmente siguen a los del sodio. El cloruro es un electrolito de carga negativa importante en el mantenimiento del equilibrio de líquidos del cuerpo. La deshidratación puede provocar hipercloremia o una concentración elevada de cloruro. El cloruro también puede afectar el equilibrio ácido del cuerpo, y los niveles altos de cloruro pueden causar respiración rápida y debilidad generalizada.
Tratamiento y prevención
El tratamiento para la deshidratación es la ingesta de líquidos frecuente, especialmente cuando se suda mucho o se involucra en una actividad física vigorosa. Beber bebidas deportivas, que tienen electrolitos, también puede prevenir desequilibrios electrolíticos. En casos severos de deshidratación, es posible que se necesiten líquidos intravenosos. Estos fluidos contienen sodio y cloruro, y pueden agregar potasio y azúcar. Se debe tener cuidado para corregir los niveles de electrolitos lentamente y bajo una estrecha vigilancia para evitar complicaciones como convulsiones o enfermedades renales.
