La vida al aire libre y el medio ambiente desempeñan un papel crucial en la respuesta del cuerpo y el sistema muscular al ejercicio. El calor, el frío y la altitud son tres de los factores ambientales más importantes que afectan el sistema muscular. Adapte su ejercicio en consecuencia para tener en cuenta esos factores.
Video del día
Calor
Un ambiente cálido hace que aumente la temperatura corporal central. El ejercicio también hace que aumente la temperatura de su cuerpo. Una temperatura corporal elevada significa que los músculos también tienen una temperatura más alta. La exposición prolongada al calor y el ejercicio vigoroso hace que bajen los niveles de electrolitos y agua, lo que puede causar calambres e induce fatiga. El beneficio de una temperatura más alta es una mayor flexibilidad en las articulaciones, lo que puede reducir el riesgo de lesiones.
Frío
Un ambiente frío disminuye tanto la temperatura corporal central como la temperatura muscular. Una temperatura corporal más baja y la temperatura muscular significa que los músculos son menos flexibles y es más probable que se tensen con un ejercicio repentino y vigoroso. El frío también hace que los músculos tiemblen para mantener la temperatura corporal adecuada. Esto hace que el cuerpo queme más calorías, lo que puede disminuir el rendimiento en actividades de ejercicio basadas en la resistencia.
Altitud
El nivel de elevación o altitud tiene un impacto significativo en el oxígeno disponible para su uso en los músculos que trabajan. Cuanto más alto en elevación sea, menos oxígeno habrá disponible para realizar ejercicio. Esto predispone a los músculos a trabajar de forma anaeróbica o sin oxígeno. Esto hace que el cuerpo use más carbohidratos que grasa con el ejercicio, lo que lleva a la fatiga más rápidamente en actividades basadas en la resistencia. La exposición prolongada a gran altitud y el entrenamiento a gran altitud causa adaptaciones en los músculos para ayudar a que la utilización de la energía cambie de la dependencia de los carbohidratos a las grasas.
Consideraciones
Vístase con ropa apropiada, como pantalones cortos y camiseta, para minimizar los efectos del calor en el sistema muscular en ambientes cálidos. Hidrate adecuadamente, especialmente en el calor, bebiendo por lo menos de seis a ocho 8 onzas. vasos de agua todos los días. Agrupe en el frío para ayudar a mantener los músculos calientes y calentar gradualmente antes del ejercicio vigoroso para minimizar el riesgo de lesión muscular en el frío. Si esperas competir en actividades de resistencia a gran altura, es beneficioso llegar al menos dos semanas antes de la competencia para aclimatarte mejor a esa altura.