Los síntomas de daños a los nervios no tienen por qué impedir que haga ejercicio, pero sí plantean algunas limitaciones sobre qué ejercicios puede y debe hacer. Los síntomas de daño a los nervios pueden incluir debilidad muscular, dolor, entumecimiento y hormigueo. El daño a los nervios también puede inhibir su propiocepción, o la capacidad de detectar la posición, y por lo tanto, puede lesionarse más fácilmente haciendo ejercicio sin darse cuenta. Sin embargo, los ejercicios correctos, junto con una cuidadosa atención a su cuerpo mientras los realiza, pueden ayudar a reducir los síntomas de daño a los nervios, en parte al desacelerar el proceso de daño y ayudar a prevenir calambres, desgaste y parálisis. Consulte a su médico antes de comenzar un nuevo régimen de ejercicios.
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Ejercicios beneficiosos
Los ejercicios de bajo impacto como la natación, el ciclismo y el remo pueden ayudar a reducir los síntomas de daño nervioso sin correr el riesgo de causar más daños. Para el entrenamiento de fuerza adicional, considere ejercicios sentados y ejercicios de entrenamiento de resistencia para las partes del cuerpo que no se ven afectadas por el daño a los nervios. Los ejercicios de estiramiento y tonificación ayudan a mejorar la circulación y restaurar y mantener el rango de movimiento. Los ejercicios de equilibrio son útiles para prevenir caídas.
Ejercicios para evitar
Las personas con daños en los nervios de los pies deben evitar los ejercicios de soporte de peso, como caminar o correr, ya que podrían causar lesiones en los pies. Aquellos con daño a los nervios en el corazón y los vasos sanguíneos, o neuropatía autónoma, tienen un mayor riesgo de ataque cardíaco debido al ejercicio extenuante y, por lo tanto, son más limitados en el rango de ejercicios que pueden realizar de manera segura. Independientemente de las partes de su cuerpo afectadas por el daño a los nervios, siempre debe hablar con su médico acerca de los ejercicios que esté considerando antes de tomarlos.
Consideraciones del pie
Con daño a los nervios en los pies, nunca haga ejercicio descalzo. En su lugar, use zapatos de calidad para caminar o correr con calcetines que no sean demasiado gruesos o apretados, preferiblemente los que absorban la humedad. Revise los zapatos en busca de rasgaduras y perforaciones, así como piedras u otros desechos antes de ponérselos. Después de su entrenamiento, revise sus pies para detectar cortes, ampollas, enrojecimiento o hinchazón.
Consideraciones generales
Las personas con daño a los nervios siempre deben tener cuidado de incluir ejercicios suaves en su rutina para calentar antes del ejercicio y refrescarse después para facilitar su corazón gradualmente dentro y fuera de la rutina y evitar el esfuerzo excesivo de los músculos. El automasaje es otra forma efectiva de estimular suavemente la circulación y la flexibilidad muscular.