Los entrenamientos aeróbicos, al igual que las personas, están disponibles en todas las formas y tamaños. Hacer ejercicio en un trampolín o en una cinta de correr son actividades aeróbicas que queman calorías, ayudan a perder peso o al mantenimiento y mejoran su resistencia. Los dos entrenamientos son muy diferentes, así que si no te encuentras saltando de alegría con uno, prueba el otro para un mejor ajuste.
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En acción
La acción en una cinta de andar avanza caminando, trotando o corriendo. Sus piernas se mueven hacia adelante y hacia atrás en una cinta en movimiento. En un trampolín, tus acciones suben y bajan a medida que rebotas en la superficie, pero puedes cambiar los patrones de tus pies. Por ejemplo, puede separar los pies y juntarlos en una toma de salto o moverlos hacia adelante y hacia atrás para simular el esquí de fondo. Otros movimientos incluyen trote, rodillas elevadas o giros.
Fuerza de impacto
Caminar en una cinta de correr es una actividad de bajo impacto, ya que uno de sus pies permanece en contacto con la plataforma. Cuando aumenta su ritmo a correr o trotar, la actividad aumenta hasta tener un alto impacto, ya que ambos pies están fuera del suelo por un período de tiempo reducido. El ejercicio de trampolín, que también se conoce como rebote, es una actividad de bajo impacto. El lecho de malla de la superficie del trampolín absorbe el impacto en las articulaciones al saltar.
Realizar un cambio
La cinta de correr le permite variar su entrenamiento de dos maneras: Puede ajustar la velocidad o la inclinación. A medida que su nivel de condición física mejora, puede caminar más rápido o aumentar su ritmo para correr. También puede aumentar la elevación para imitar el caminar cuesta arriba. Esto cambia el enfoque en los músculos de las piernas y desafía tu ritmo cardíaco. En un trampolín, los ajustes se realizan según la velocidad con la que saltas, o cambiando la profundidad de tu salto. Utiliza pasos rápidos de pie para presionar hacia abajo en la cama de malla para desafiar los músculos de las piernas.
Count It Up
Uno de los principales propósitos del ejercicio aeróbico es quemar calorías. Puede considerar la cantidad de calorías quemadas como su factor decisivo al elegir entre los ejercicios de caminadora y trampolín. La investigación realizada por Victor L. Katch en la Universidad de Michigan comparó 12 minutos de trote a 5 millas por hora y 12 minutos de rebote. Los resultados muestran que una persona de 150 libras quema 71 calorías trotando y 82 calorías rebotando.