La esquizofrenia es un trastorno cerebral grave y crónico que afecta aproximadamente al 1 por ciento de la población estadounidense. Los síntomas, que pueden aparecer y desaparecer impredeciblemente, pueden incluir alucinaciones y delirios, o creencias ilógicas persistentes. La esquizofrenia puede ser inquietante, desconcertante y desafiante de tratar, pero no es inútil; muchos síntomas pueden controlarse con medicamentos. Investigaciones recientes indican que el ejercicio regular puede desempeñar un papel importante en la mejora del bienestar físico y mental de las personas con esquizofrenia.
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Características de la esquizofrenia
La esquizofrenia generalmente comienza a aparecer entre las edades de 16 y 30; es poco común desarrollar esquizofrenia después de los 45 años. Además de las alucinaciones visuales, puede experimentar alucinaciones auditivas, en las que escucha voces y paranoia, la convicción de que otros están conspirando contra usted. Otros síntomas incluyen el pensamiento desorganizado, los trastornos del movimiento y el "afecto plano", permaneciendo inexpresivo al hablar de forma monótona. Los médicos no están seguros de qué causa la esquizofrenia; se cree que la genética, los factores ambientales y los desequilibrios en la química cerebral desempeñan un papel. Los síntomas de la esquizofrenia se pueden aliviar con medicamentos antipsicóticos convencionales o típicos, como haloperidol y clorpromazina. También se pueden usar antipsicóticos más nuevos o atípicos, como la quetiapina o el aripiprazol. Ambos tipos de medicamentos pueden tener efectos secundarios, que incluyen mayor aumento de peso y movimientos involuntarios de los músculos. Los tratamientos psicosociales, como los grupos de autoayuda y la terapia cognitiva conductual, también pueden ayudar a controlar la esquizofrenia.
Beneficios del ejercicio
En una revisión de 2010 de estudios de ejercicio realizados por los investigadores de la Universidad de Toronto Paul Gorczyniski y Guy Faulkner, los autores informaron que el ejercicio aeróbico regular y moderado podría aliviar los sentimientos de depresión, aislamiento social y baja autoestima en esquizofrénicos. Un aumento en la motivación, que afecta principalmente los hábitos alimenticios, la higiene y la voluntad de hacer ejercicio, fue el beneficio más significativo. El ejercicio también puede reducir la percepción de alucinaciones auditivas, promover patrones de sueño más saludables, mejorar el comportamiento y ayudar a mantener un peso saludable, particularmente importante para esquizofrénicos, que tienden a ser más sedentarios y con más sobrepeso que la población general, con una esperanza de vida 25 años más corta que aquellos de la misma edad, raza y origen socioeconómico. Los médicos ahora recomiendan la misma cantidad de ejercicio para los esquizofrénicos que para el resto de la población general: ejercicio moderado 30 minutos al día la mayoría de los días de la semana. Los tipos de ejercicios recomendados incluyen ciclismo, trotar, caminar, entrenamiento con pesas y yoga.
Ampliación del hipocampo
En un estudio clínico de 3 meses realizado por Frank-Gerald Pajonk, MD, y sus colegas y publicado en 2010 en "Archives of General Psychiatry", los investigadores encontraron que los esquizofrénicos que ciclaron tres veces por semana durante 30 minutos aumentó significativamente el volumen del hipocampo, una sección del cerebro importante en la memoria y la percepción espacial. El hipocampo a menudo es más pequeño en esquizofrénicos. Los sujetos también experimentaron ganancias modestas en la memoria a corto plazo.
Barreras para hacer ejercicio
Según Gorczynski y Faulkner, el ejercicio regular debería ofrecerse como un tratamiento complementario para la esquizofrenia en la rehabilitación psiquiátrica. Ofrecer actividades bajo orientación terapéutica puede ayudar a combatir las barreras emocionales al ejercicio, incluida la mala imagen corporal y el temor a las lesiones. Según "Terapia ocupacional y salud mental", de Jennifer Creek, Lesley Lougher y Hanneke Van Bruggen, estos obstáculos, al igual que los que enfrenta la población en general, pueden ser más abrumadores con la esquizofrenia. Además, los esquizofrénicos pueden sufrir delirios, alucinaciones, comportamientos inapropiados y respuestas emocionales que podrían poner en peligro los intentos de ejercicio no supervisados.