A medida que avanza su embarazo, su cuerpo aumenta su volumen total de líquido en un 50 por ciento. Este líquido adicional, más cambios hormonales y aumento de peso, significan pies y tobillos hinchados, especialmente en el tercer trimestre. El ejercicio es una estrategia para aliviar la hinchazón y prevenir su regreso.
Video del día
Paseos
Se producen hinchazón en los pies, las piernas y los tobillos porque el líquido queda atrapado dentro de los tejidos en su camino de regreso al corazón. Caminar ayuda a aliviar esta congestión de líquidos de dos maneras. En primer lugar, el bombeo y la contracción de los músculos de las piernas ayudan a expulsar el agua de los tejidos. En segundo lugar, la mayor circulación causada por su frecuencia cardíaca elevada ayuda a eliminar ese líquido. Caminar demasiado puede empeorar la hinchazón, por lo tanto, apunte durante 20 a 30 minutos cada día.
Aerobic acuático
Los ejercicios aeróbicos en el agua, o cualquier ejercicio en aguas profundas como nadar o caminar sobre el agua, pueden ayudar a reducir el edema del embarazo, según un estudio realizado en el año 2000 en American Family Physician. Patear y trabajar los músculos en la piscina reduce el fluido al igual que al despertar. La presión del agua contra los tejidos blandos se aprieta suavemente y actúa para expulsar el líquido adicional. Muchas mujeres embarazadas encuentran alivio para las extremidades adoloridas, cansadas e hinchadas en el ambiente semi-liviano que proporciona el agua.
Bombas de tobillo
Sentarse o acostarse en una posición durante demasiado tiempo puede empeorar el edema. Si trabaja en un escritorio o si está de servicio ligero o en la cama, las bombas de tobillo pueden ayudar a que sus músculos bombeen y su sangre fluya lo suficiente como para reducir la hinchazón. Para hacerlos, flexiona los pies en los tobillos. Primero, apunte con los dedos de sus pies lo más lejos que pueda, luego apúntelos hacia usted tanto como pueda. Haga las bombas de tobillo durante unos minutos cada una o dos horas.
Yoga prenatal
El yoga prenatal ayuda a mejorar la circulación. También fortalece los músculos de las piernas, que son más capaces de expulsar el fluido de tus extremidades cuando las mueves. Algunas posiciones de yoga colocan los pies en una posición elevada, por lo que están por encima del corazón. Elevar los pies ayuda a reducir la hinchazón, pero las mujeres solo deben acostarse de espaldas durante uno o tres minutos en el segundo trimestre y ninguna en el tercer trimestre. Acostarse boca arriba puede hacer que su útero presione contra una de las principales arterias de su cuerpo, lo que limita el flujo sanguíneo.