Ya sea que se etiquete como fiebre del heno, alergias estacionales o rinitis alérgica, los síntomas son miserables e incluyen secreción nasal, ojos y tos seca. Ciertos alimentos pueden desencadenar o empeorar estas alergias, pero los resultados varían de persona a persona. Evitar algunos alimentos y alterar los métodos de preparación de otros puede detener ese constante escalofrío.
Video del día
Proteínas de la superficie de los alimentos
Ciertas proteínas en la superficie de los alimentos frescos pueden estimular una respuesta alérgica en el 25 por ciento de quienes padecen rinitis alérgica. Significada por una picazón en los labios, la boca o la garganta, esta reacción alérgica a las proteínas de la superficie de los alimentos, o al polen, generalmente es de corta duración y no es lo mismo que una verdadera alergia a los alimentos.
Frutas
Ciertas frutas instigarán la alergia al polen de los alimentos en personas alérgicas a la rinitis. La respuesta alergénica no puede diferenciar entre un polen de manzana fresca y de abedul en la boca. Aquellos alérgicos a la ambrosía deben evitar las bananas, los melones y el calabacín, ya que estas plantas albergan pólenes de alimentos molecularmente similares a la ambrosía. Esta respuesta generalmente se mitiga evitando estas frutas crudas durante la temporada de rinitis alérgica.
Vegetales
Ciertos vegetales iniciarán una alergia oral con rinitis, incluyendo maíz y apio. El apio contiene proteínas que imitan el polen de pasto, que es un potente estimulante de las alergias. Retire las cáscaras de las verduras y cocínelas; las proteínas alergénicas de la verdura se eliminan durante el proceso de cocción. Cualquier proceso que cambie el vegetal de su estado inicial puede matar los alérgenos, incluido el decapado.
Aditivos
Algunos aditivos alimentarios artificiales pueden empeorar la rinitis alérgica. Los aditivos alimentarios van desde conservantes hasta aromatizantes y colorantes artificiales. Los principales culpables incluyen el colorante amarillo FD & C número 5, glutamato monosódico y benzaldehído.
Hierbas, nueces y semillas
La ambrosía, un alergeno común conocido por los alérgicos a la rinitis, existe en la misma familia de plantas que la manzanilla y la equinácea. Estas dos hierbas se encuentran en los tés, el sistema inmunológico y los suplementos herbales. Las almendras, las avellanas y las semillas de girasol también pueden desencadenar una respuesta alérgica.
Comida y bebida fría
Las personas con rinitis alérgica también pueden ser diagnosticadas con asma o generar síntomas similares al asma durante un ataque. Las comidas y bebidas extremadamente frías causan un espasmo en el tubo de respiración grande llamado broncoespasmo. Helados, batidos, granizados de hielo e incluso bebidas heladas pueden estimular un broncoespasmo, lo que provoca un ataque de tos.