Los deportes que requieren un alto grado de velocidad, potencia y agilidad colocan a los atletas en mayor riesgo de lesiones en los músculos isquiotibiales, según la Academia Estadounidense de Cirujanos ortopédicos. La fuerza excesiva puede causar que el músculo isquiotibial se estire más allá de su rango de movimiento normal. Un tendón de la corva se adapta bien al tratamiento conservador. Si sufre una lesión por avulsión del isquiotibial, es probable que se someta a cirugía y a un proceso de rehabilitación más prolongado. Siempre consulte a su médico si siente que ha sufrido una lesión en el tendón de la corva.
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Anatomía de los isquiotibiales
Los isquiotibiales consisten en tres músculos. El bíceps femoral, el semimembranoso y el semitendinoso comprenden el grupo de músculos isquiotibiales. La mayoría de los músculos isquiotibiales se forman a través de los músculos femorales, los músculos en la mitad superior de la pierna. Los isquiotibiales corren por la cadera y las rodillas. Son responsables de flexionar la rodilla y ayudar en la extensión de la cadera.
Tirones de isquiotibiales
Un tendón de la corva forzado también se conoce como una distensión de isquiotibiales. Esto ocurre cuando hay una lágrima en uno o más de sus músculos isquiotibiales. Los isquiotibiales tirados son comunes en individuos que corren o saltan obstáculos. Los atletas en deportes que incluyen muchos sprints, como el rugby y el fútbol, también son susceptibles a las lesiones de los isquiotibiales. Si ha sufrido una lesión en el tendón de la corva, es probable que sienta un dolor agudo en la parte posterior de la pierna. Hinchazón y hematomas también pueden ocurrir. Sentirás dolor si tratas de enderezar la rodilla o contraer los músculos. Los isquiotibiales tirados pueden incluir desgarros menores, desgarros parciales o una rotura completa de uno de sus músculos isquiotibiales.
Lesiones por Avulsión
Las lesiones por avulsión del tendón de la corva son raras pero severas. Una avulsión ocurre cuando el músculo isquiotibial está completamente arrancado de la tuberosidad isquiática, la porción de sus huesos donde apoya su peso corporal mientras está sentado. Se encuentra cerca del hueso de la cadera y se adhiere a los músculos isquiotibiales. Esta lesión generalmente es el resultado de una contracción repentina del músculo isquiotibial durante una actividad física extenuante. Sprint, saltos largos y vallas te ponen en riesgo de una lesión por avulsión del tendón de la corva. Con esta lesión, experimentará un dolor extremo y probablemente notará un espacio donde se ha desprendido el músculo. Será difícil flexionar la rodilla o doblar la cadera. Esta lesión requiere tratamiento médico inmediato.
Diagnóstico
Los isquiotibiales extirpados y las lesiones por avulsión deben ser examinados por un médico. El médico lo examinará para detectar sensibilidad y moretones, así como signos de dolor, hinchazón y debilidad. Su médico puede ordenar una radiografía o una prueba de MRI para determinar la gravedad de su lesión.
Tratamiento
El tratamiento de una lesión en el tendón de la corva depende en gran medida de su gravedad y ubicación.El tratamiento puede ser quirúrgico o no quirúrgico. Los tirones de isquiotibiales se tratan frecuentemente con descanso, hielo, compresión y elevación. Para tirones de músculos isquiotibiales más severos, un aparato ortopédico para inmovilizar su rodilla puede ayudar con el proceso de curación. Su médico también puede recomendarle terapia física para restaurar la fuerza y el rango de movimiento en los isquiotibiales. Para rupturas completas o lesiones por avulsión, se requiere cirugía. Su cirujano volverá a conectar el músculo a sus huesos con grapas o puntos de sutura. También es probable que elimine cualquier tejido cicatrizado. Después de la cirugía, pasará tiempo con la pierna inmovilizada y con muletas. Cuando sea seguro para usted soportar peso, su médico le recomendará fisioterapia para restablecer el funcionamiento normal de los isquiotibiales.