Una alimentación saludable y una nutrición adecuada son importantes en todas las etapas de la vida y son especialmente importantes durante la adolescencia. Es entonces cuando los jóvenes necesitan la mayor cantidad de calorías y crecen y se desarrollan rápidamente. Comer mal como adolescente tiene consecuencias negativas tanto a corto como a largo plazo que pueden ir desde un mal grado de examen hasta un mayor riesgo de enfermedades crónicas graves.
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Roles de nutrientes
Los carbohidratos, las proteínas y las grasas juegan todos un papel importante en la dieta de un adolescente. Los carbohidratos son la principal fuente de energía de un adolescente y una ayuda para mantener los niveles de azúcar en la sangre bajo control, lo que puede evitar caídas de energía repentinas e incluso puede mejorar el enfoque. Las proteínas contribuyen al crecimiento y desarrollo saludable de los órganos y los músculos, y son muy abundantes en la mayoría de las dietas de los adolescentes. Las grasas saludables de la dieta promueven el desarrollo adecuado de la piel y el cabello y ayudan a los adolescentes a absorber otras vitaminas y minerales esenciales. Los micronutrientes, que incluyen calcio y hierro, también son críticos para los adolescentes. Específicamente, una revisión de investigación publicada en 2005 en el "Journal of School Health" concluyó que los estudiantes con deficiencia de hierro estaban en desventaja académica pero mejoraban cognitivamente después de someterse a la terapia con hierro.
Riesgos de desnutrición
Los adolescentes necesitan muchas calorías durante la adolescencia temprana: aproximadamente 2, 800 diarios para niños y aproximadamente 2, 200 diarios para niñas. Sin embargo, si están comiendo mucha comida chatarra o simplemente comiendo en exceso, la sobrenutrición y el aumento de peso pueden convertirse en un problema. El exceso de peso ganado durante la adolescencia no desaparece automáticamente, incluso después de los brotes de crecimiento. Según la Academia Estadounidense de Psiquiatría Infantil y Adolescente, un adolescente obeso tiene un 80 por ciento de probabilidades de convertirse en un adulto obeso, lo que aumenta los riesgos a largo plazo de enfermedades cardíacas, diabetes y problemas para dormir. Los adolescentes que son obesos también tienden a tener una menor autoestima y mayores dificultades emocionales.
Crecimiento óseo
Uno de los nutrientes más importantes para los adolescentes es el calcio, pero dos tercios de las adolescentes estadounidenses no cumplen con los requisitos diarios para el mineral. De acuerdo con la Academia Estadounidense de Pediatría, sus huesos comienzan a dejar de absorber depósitos de calcio en el momento en que llega a la adultez temprana, razón por la cual es crítico obtener suficiente calcio cuando es adolescente. Los adolescentes que no cumplen con los requisitos de calcio tienen mayores riesgos de huesos quebradizos, rotura de huesos, retraso en el crecimiento óseo y osteoporosis más adelante en la vida.
Rendimiento académico
Los adolescentes con malos hábitos alimenticios están en riesgo tanto académicamente como físicamente. Una dieta poco saludable no cumple con las recomendaciones diarias de ingestas de frutas y verduras y consiste principalmente en alimentos procesados, granos refinados y alimentos con alto contenido de grasas, azúcar, colesterol, sodio o los cuatro.De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, los estudiantes que practican una alimentación poco saludable tienen más probabilidades de recibir calificaciones bajas, obtener puntuaciones bajas en los exámenes y buscar menos educación. En relación con esto, los adolescentes que no consumen suficiente comida y a menudo tienen hambre tienen más probabilidades de faltar a la escuela o repetir un grado, de acuerdo con la Asociación Nacional de Educación.