Los jabones hechos con lejía son muy comunes y relativamente fáciles de hacer. Si bien el jabón de lejía se ha utilizado y apreciado a lo largo de la historia, también se ha ganado la reputación de ser a veces áspero e irritante para la piel. Por esta razón, y debido a que la lejía misma es un agente cáustico, pueden surgir dudas sobre la seguridad del jabón de lejía.
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Beneficios
Los jabones de lejía, fabricados y envejecidos adecuadamente, son muy seguros como limpiadores efectivos y tienen una variedad de usos que incluyen higiene personal, limpieza del hogar y lavado de ropa. Los jabones de barra, los jabones líquidos, la ropa y los jabones corporales se pueden confeccionar con lejía.
Historia
El jabón de lejía existe desde hace miles de años. De hecho, los arqueólogos han descubierto antiguas escrituras mesopotámicas en un rollo de papiro que revelaba instrucciones sobre cómo usar sales alcalinas y grasas animales o aceites vegetales para hacer jabón de lejía. La ceniza de madera también se usó en la fabricación de jabón. Los primeros estadounidenses fabricaban jabón principalmente haciendo correr agua a través de las cenizas para formar una solución de lejía, en lugar de usar las cenizas directamente. Si bien producía un jabón de mayor calidad, la fuerza de la solución de lejía era a veces impredecible y ocasionalmente producía jabones que no se ponían o permanecían cáusticos. Los avances en la producción y la calidad de la lejía han reducido en gran medida los riesgos en jabones disponibles comercialmente.
Química
El jabón de lejía se elabora mediante un proceso químico conocido como saponificación. Una solución de lejía, un químico llamado hidróxido de sodio, se combina con aceites vegetales o grasas animales procesadas y se calienta para permitir que los ingredientes se combinen y reaccionen químicamente. Cuando los ingredientes se combinan por completo, el jabón líquido caliente se vierte en moldes y se deja enfriar y curar. El proceso de envejecimiento suele durar varios meses para permitir que la lejía y los aceites terminen de reaccionar, lo que hace que su uso sea seguro.
Advertencia
La lejía misma es extremadamente cáustica. Al hacer jabón con lejía en casa, se debe tener precaución al manejar la lejía con mucho cuidado. La lejía, mezclada incorrectamente, puede tener resultados explosivos. Además, el jabón de lejía que no está bien hecho puede tener lejía mezclada de manera insuficiente o insuficiente y permanecer cáustico. El jabón envejecido incorrectamente también puede ser cáustico.
Efectos
Cuando se expone a la piel, la lejía misma produce quemaduras químicas severas. El jabón hecho en casa que no está bien mezclado o curado puede tener grandes cantidades de lejía y puede ser muy irritante e incluso producir quemaduras. El vinagre u otros ácidos suaves pueden detener los efectos de una quemadura de lejía pero no revertirán el daño causado. El jabón de lejía apropiadamente hecho y envejecido no es cáustico y no irrita ni quema la piel.