Fumar cigarrillos es uno de los hábitos más difíciles de romper debido a la naturaleza altamente adictiva de la nicotina. La nicotina, el dióxido de carbono y otros químicos tóxicos en el humo del cigarrillo afectan su salud. Reducen la función pulmonar y cardíaca, lo que socava la aptitud cardiovascular y la resistencia al ejercicio. El ejercicio puede ayudar a reparar parte del daño causado por el tabaquismo, y no tiene que esperar hasta que deje de fumar para comenzar.
Video del día
Fumar causa falta de aliento
Cuando fuma, se queda sin aliento más rápidamente durante la actividad física. Fumar cigarrillos es uno de los principales factores de riesgo de problemas cardiovasculares. Por ejemplo, eleva la presión sanguínea y estrecha los vasos sanguíneos que transportan oxígeno. Fumar también destruye partes del pulmón, incluidos los alvéolos, que ayudan a su cuerpo a absorber oxígeno y a reducir la capacidad de oxígeno de sus pulmones. Con el tiempo, notará que es difícil caminar solo unas pocas cuadras o tomar un tramo de escaleras. Estos no son síntomas del envejecimiento; son los efectos secundarios nocivos del tabaquismo.
Mejore su salud a través del ejercicio
No tiene que esperar hasta que haya inhalado el último cigarrillo para comenzar a hacer ejercicio. De hecho, no deberías. El ejercicio puede tener un efecto protector y reducir parte del daño causado por fumar. Además, el ejercicio puede ser una parte invaluable de su plan para dejar de fumar. Te ayuda a relajarte, lo que puede frenar los antojos. También puede distraerte de esos antojos cuando surgen. Sin embargo, si espera para dejar de fumar, notará mejoras rápidas en sus niveles de condición física después de unos pocos días de ejercicio.
Fumar no siempre es la causa de la falta de aire
Si deja de fumar hace un tiempo y acaba de comenzar un programa de ejercicios, no puede culpar únicamente a la falta de aliento o falta de resistencia durante el ejercicio. Después de solo tres o cinco días de dejar de fumar, las células sanguíneas recuperan su capacidad normal de transportar oxígeno a su corazón y sus músculos. Esos síntomas son más probablemente debido a una falta de aptitud en general.
Muévete
Antes de comenzar a hacer ejercicio, realiza un examen físico. Una vez que su médico le dé luz verde para comenzar, hágalo lentamente. El ejercicio regular de intensidad moderada debe ser su punto de partida, no ejercicios de intensidad vigorosa ocasionales. Por ejemplo, camine de 10 a 20 minutos de tres a cuatro días a la semana. A medida que su estado físico mejore, aumente la duración e intensidad de sus sesiones de ejercicio semanalmente. Con el ejercicio regular, se sentirá mejor y reducirá el riesgo de una recaída.