La fiebre, el mal aliento y la pérdida de apetito son todos signos de infección por virus o infecciones de la garganta en niños. La gripe es una dolencia bastante común, pero puede volverse peligrosa cuando la temperatura de un niño alcanza un nivel peligroso o se rehúsa a comer y beber hasta el punto de deshidratación. La fiebre también puede hacer que su niño pequeño se sienta cansado y enfermo y le provoque vómitos, por lo que debe vigilarlo cuidadosamente durante el curso de la enfermedad. Puede ayudar a aliviar la fiebre de su hijo y mantenerlo cómodo a medida que la enfermedad sigue su curso.
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Paso 1
Tome la temperatura de su niño usando un termómetro. Mientras que una lectura rectal es la más precisa, las lecturas de la axila y la boca también pueden ser suficientes. Si la temperatura de su hijo es superior a 103 grados Fahrenheit, programe una cita con su médico o diríjase a la sala de emergencias después de horas, sugiere Babycenter. com. Su médico querrá saber cuándo comenzó la temperatura y cuánto tiempo duró, junto con otros síntomas, como pérdida de apetito y mal aliento. Si su médico cree que su hijo tiene una infección en la garganta, le recetará antibióticos para su niño pequeño.
Paso 2
Administre a su bebé una dosis de acetaminofeno e ibuprofeno cada seis u ocho horas o según las indicaciones de su médico. Siga estrictamente las instrucciones de dosificación que se encuentran en el empaque del medicamento. Ambos ayudan a aliviar la fiebre de su niño y algunas de las molestias asociadas con una temperatura alta. Continúe administrando antibióticos a su hijo para ayudar a combatir una infección según las indicaciones de su médico.
Paso 3
Coloque a su hijo en un baño tibio para ayudar a bajar su temperatura corporal central. Asegúrese de que el baño no esté demasiado frío, ya que el agua fría podría sacudir a su hijo cuando su cuerpo está tibio. Si el niño se niega a bañarse, colóquese una toallita húmeda en la frente y báñese el cuerpo con agua tibia. La humedad puede ayudar a bajar su fiebre.
Paso 4
Ofrezca líquidos, incluso si su niño se niega a comer. El mal aliento asociado con la fiebre y la pérdida de apetito puede ser una garganta infectada, lo que significa que su niño pequeño puede no querer comer. Las bebidas frías, helados y batidos de leche pueden ayudar a cubrir y calmar la garganta mientras mantienen a su niño hidratado cuando no quiere comer.
Paso 5
Controle la temperatura de su niño con cuidado durante el curso de la enfermedad. Llame a su médico si la fiebre de su niño no parece disminuir, incluso después de ofrecerle medicamentos y antibióticos. La fiebre generalmente dura de uno a dos días a cinco días. Tome la temperatura de su niño con frecuencia y manténgala lo más cómoda posible hasta que desaparezcan la fiebre, la pérdida de apetito y el mal aliento.
Cosas que necesitará
- Termómetro
- Analgésicos
- Agua
- Toallita
- Jugo