Los tendones son tejidos que conectan los músculos con los huesos. Ayudan a su cuerpo a moverse tirando de sus huesos cuando los músculos se contraen. Los tendones principales que atraviesan el pie y el tobillo son el tendón de Aquiles, el tibial anterior, el tivial posterior, el flexor, el extensor y el tibial peroneo. Cuando un tendón se estira o estira demasiado, debido a caídas, lesiones deportivas o movimientos incorrectos, por ejemplo, puede lastimarse; los síntomas incluyen dolor, hinchazón y rigidez. Es importante sanar un tendón estirado correctamente para evitar daños mayores.
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Paso 1
Descanse el tendón y el pie estirados para evitar que el estiramiento se convierta en una lágrima. Dependiendo de la gravedad de la lesión, es posible que no se le aconseje que ponga ningún peso en ese pie en particular durante una a tres semanas.
Paso 2
Aplique hielo al tendón estirado si hay hinchazón. Aplique hielo en incrementos de 15 minutos, una o dos veces por hora, según las instrucciones de su médico. Los paquetes de hielo reutilizables son convenientes y evitan que el agua fría gotee sobre su pierna, pie y muebles. Sin embargo, los paquetes de hielo hechos en casa, con cubitos de hielo y una bolsa de plástico o toalla, también funcionan igual de bien.
Paso 3
Eleve su pie, preferentemente por encima de su corazón, para ayudar a que la hinchazón disminuya. Acuéstese en una cama o sofá y apoye su pie en el respaldo de un sofá o en un montón de almohadas y mantas, y simplemente déjelo descansar.
Paso 4
Camine sobre su pie cuando disminuya el dolor y la hinchazón o su médico le dé el visto bueno. No intente empujar la recuperación al caminar demasiado pronto para evitar volver a lesionar el tendón. Regrese al ejercicio solo con el permiso de su médico.
Cosas que necesitará
- Muletas
- Hielo
Advertencias
- Visite a un médico para asegurarse de que su lesión en el tendón esté estirada y no rasgada. Un tendón desgarrado puede requerir cirugía para que se ajuste correctamente. Su médico puede hacerse una ecografía o una resonancia magnética para determinar la ubicación exacta y la gravedad de la lesión. Para evitar empeorar la situación, lo mejor es diagnosticar la lesión y recibir tratamiento lo antes posible.