Su hígado trabaja para filtrar los desechos de su cuerpo, eliminando el exceso de nutrientes y toxinas de su sistema. Piense en las enzimas hepáticas elevadas como una indicación de que su hígado está trabajando horas extras. Hay cuatro enzimas hepáticas separadas, cada una dando una pista sobre lo que podría dañar su hígado. AST y ALT son dos enzimas asociadas con daño e inflamación de las células hepáticas. ALT es una mejor indicación de daño hepático, porque AST se encuentra en otros órganos además del hígado. GGT y AP son dos enzimas asociadas a la inflamación en los conductos biliares y pueden acumularse en el torrente sanguíneo porque no pueden atravesar los conductos biliares bloqueados. La hepatopatía alcohólica puede causar niveles elevados de los cuatro tipos de enzimas.
Paso 1
Deja de beber alcohol. Según el Hospital de la Universidad de Iowa, el alcohol es un veneno y cualquier cantidad de alcohol puede producir daños en el hígado. Su hígado no distingue entre las diferentes formas de alcohol: una cerveza o una copa de vino no es una mejor opción que el licor fuerte si está intentando revertir el daño hepático.
Paso 2
Consulte con su médico para determinar si sus enzimas hepáticas elevadas son el resultado de alcohol. Otras sustancias, como el paracetamol, los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos y otros medicamentos pueden causar daño hepático y niveles de enzimas más altos de lo normal. Abstenerse de tomar alcohol puede no ser suficiente para revertir su daño hepático si está usando medicamentos que continúan afectando su hígado.
Paso 3
Eliminar otros factores de riesgo de enfermedad hepática. El consumo de alcohol es la causa más común de enzimas hepáticas elevadas, pero fumar y la obesidad también pueden provocar daño hepático. Si fumas, detente. Si tiene sobrepeso, tomar decisiones de vida más saludables que incluyan ejercicio regular y una dieta saludable puede reducir los niveles de enzimas hepáticas.
Paso 4
Toma silimarina. El centro médico de la Universidad de Maryland sugiere que la silimarina, un flavonoide que se encuentra en el cardo mariano, puede ayudar a proteger al hígado de las toxinas. La silimarina es un antiinflamatorio y antioxidante que puede ayudar a que su hígado se repare generando nuevas células.
Consejos
- Su hígado es único: el único órgano capaz de regenerarse y curarse a sí mismo, reemplazando las células dañadas por otras nuevas. Suponiendo que su hígado no está muy dañado, puede ver una mejora en su función hepática en tan solo 30 días.
Advertencias
- Las toxinas ambientales, los solventes y los productos químicos domésticos también pueden dañar el hígado. Si tiene que usar productos químicos, hágalo en un área bien ventilada y use equipo de protección, como un respirador y guantes de látex.