No se puede dar por sentado la respiración al nadar. Los principiantes tienden a levantar la cabeza sobre el agua cuando se quedan sin aire y se quedan sin aliento por más. Pero romper tu ritmo mientras nada te ralentiza y te cansa, por lo que incorporar la respiración en tu ciclo de brazada es un primer paso esencial para mejorar tus habilidades acuáticas. El estilo libre es el más rápido de los cuatro golpes competitivos y es el que usa la mayoría de los nadadores de entrenamiento y de entrenamiento. La habilidad de estilo libre depende en gran medida de la facilidad y eficiencia de la respiración.
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Paso 1
Párese en agua profunda en la piscina, de cara a la pared, con las manos en el borde de la piscina. Doble la cintura, respire y coloque su cara en el agua. Lenta pero vigorosamente sople el aire en sus pulmones a través de su nariz y boca. Gire la cabeza mientras exhala, inclinándola hacia un lado, hacia la superficie del agua. Cuando su mejilla y su boca emergen por encima del agua, inhale. No jadee o levante la cabeza demasiado alto. Repita el ejercicio, respirando hacia la izquierda y luego hacia el lado derecho.
Paso 2
Tome una tabla de kickboard entre sus manos y empuje desde la pared de la piscina, boca abajo. Un kickboard es una pieza rectangular de espuma flotante diseñada para ejercicios de natación. Inhale, y luego coloque su cara en el agua y exhale. Gire su cabeza hacia la superficie, esta vez girando todo su cuerpo en sincronía con ella. Tome una respiración y luego gírela hacia el lado opuesto, repitiendo el ejercicio. Minimice los movimientos de su cabeza para que apenas salga a la superficie lo suficiente sobre el agua como para respirar.
Paso 3
Empuje desde la pared de la piscina de costado, en una posición aerodinámica. Una posición lateral simplificada significa que te estiras desde la cabeza a los pies, con la parte inferior de los brazos hacia adelante y la parte superior de los brazos hacia un lado. Lanza una patada lenta para mantenerte en la superficie y moverse de manera constante. Tome un respiro y luego expulse aire al agua mientras gira la cabeza hasta que llegue al fondo de la piscina. Gire la cabeza hacia atrás nuevamente y luego respire otra vez. Este ejercicio le ayuda a mantener su brazo extendido en una posición aerodinámica adecuada mientras respira.
Paso 4
Pon una boya de arrastre entre tus muslos y empuja desde la pared. Una boya de tracción es un flotador de espuma en forma de mancuerna que mantiene las piernas a flote incluso si no pateas. Limitar el movimiento a la parte superior del cuerpo te ayuda a concentrarte en sincronizar tu respiración. Tire hacia atrás con su brazo de trazo. Tome un respiro justo cuando termine su golpe y comience el regreso de su brazo hacia adelante sobre el agua. Comience a exhalar mientras gira su cuerpo hacia el otro lado. Alterna tu respiración a cada lado, cada tres golpes.Repite hasta que te sientas seguro y luego nada sin la boya.
Cosas que necesitará
- gafas de natación (opcional)
- tabla de surf
- boya de tracción