Un calambre en la pierna puede arruinar rápidamente su entrenamiento, dejándolo agarrando su pierna en el borde de una piscina solamente un instante después de haber estado nadando felizmente. Incluso los nadadores más experimentados ocasionalmente sufren calambres en las piernas, pero un estilo de vida saludable y una acumulación gradual de natación intensa pueden ayudarlo a limitar su frecuencia.
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Estiramientos y calentamientos
-> Completa una breve rutina de estiramiento después de cada baño. Crédito de la foto: Stockbyte / Stockbyte / Getty ImagesSi te apresuras a un entrenamiento, tu cuerpo puede castigarte con un desagradable calambre en la pierna. Calienta tomando unas vueltas relajadas alrededor de la piscina antes de comenzar tu entrenamiento real. El estiramiento también puede ayudar a reducir el riesgo de calambres en las piernas, pero asegúrese de no estirarse demasiado hasta el punto del dolor. Complete una breve rutina de estiramiento después de cada baño.
Buena hidratación y nutrición
-> Las barras de energía y bebidas electrolíticas pueden ayudarlo a reemplazar los nutrientes que perderá cuando nade. Crédito de la foto: Jupiterimages / Stockbyte / Getty ImagesLa deshidratación hace que sea más difícil para su cuerpo el pasar nutrientes a sus músculos y órganos, y esto puede causar calambres en las piernas rápidamente. Si tiene hambre o desnutrición, puede tener problemas de dolor. Los nadadores pueden no darse cuenta de que están sudando y sedientos porque están en el agua, pero aún así debes beber mucha agua antes y después de tu entrenamiento. Las bebidas energéticas y las barras energéticas pueden ayudarlo a reemplazar los nutrientes que perderá cuando nade.
Prevención de la fatiga y el frío
-> Algunos nadadores también encuentran que se cansan más rápidamente en agua fría, y esto puede causar calambres. Crédito de la foto: Ryan McVay / Photodisc / Getty ImagesEl agotamiento puede hacer que los músculos se contraigan, así que evita sobre esforzarte, especialmente cuando comienzas una nueva rutina de natación. Cumpla con los entrenamientos regulares de tres a cinco veces por semana y concéntrese en aumentar la resistencia para que pueda hacer más ejercicio y por más tiempo. Algunos nadadores también encuentran que se cansan más rápidamente en agua fría, y esto puede causar calambres. Si estás entre esos nadadores, ejercítate en una piscina climatizada.
Masaje del tejido inflamado
Una nueva rutina de ejercicios puede hacer que los músculos duelan e incluso causar lesiones leves. Si experimenta dolor muscular después de nadar, masajee suavemente el área afectada, centrándose en aflojar los nudos musculares. No regrese a nadar hasta que el dolor disminuya. En cambio, continúe masajeando dos o tres veces al día para aumentar el flujo de sangre al área y promover la cicatrización.