La congelación, que puede ser extremadamente peligrosa, ocurre cuando la piel y el tejido se congelan debajo. Los síntomas incluyen entumecimiento y hormigueo. La piel también puede ponerse pálida y dura. Si no puede buscar atención médica de inmediato, tome medidas para aliviar los síntomas. Tan pronto como sea posible, consulte a un médico para obtener más ayuda.
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Paso 1
Salga del frío lo antes posible. Aplique una manta tibia al área afectada por la congelación leve.
Paso 2
Llene una tina pequeña con agua tibia; la temperatura del agua no debe exceder los 104 a 108 grados Fahrenheit. Coloque suavemente el área afectada en el agua y remoje por no más de 15 a 30 minutos. Retire brevemente el área congelada del agua si el calor se vuelve doloroso.
Paso 3
Moje una toallita con agua a temperatura ambiente. Coloque el paño sobre el área afectada durante 15 a 30 minutos. Evite frotar o limpiar el área. Esté atento a la formación de ampollas o lesiones en la piel.
Paso 4
Póngase en contacto con un médico lo antes posible. Tenga en cuenta cualquier enrojecimiento, lágrimas o dolor e infórmelo en su cita.
Cosas que necesitará
- Manta tibia
- Tina de agua tibia
- Toallita
Consejos
- Para evitar la congelación en climas fríos, use capas de ropa y pague atención particular a las orejas, los pies, la cara y las manos.
Advertencias
- Nunca frote el área que se ve afectada por la congelación porque causa más daño. Nunca camine sobre pies congelados ya que también podría causar más complicaciones. Evite el calor extremo. Caliente el área gradualmente para evitar ampollas.