Resistencia a la insulina y estrógeno

Resistencia a la insulina

Resistencia a la insulina
Resistencia a la insulina y estrógeno
Resistencia a la insulina y estrógeno
Anonim

El estrógeno tiene muchos efectos beneficiosos en el cuerpo, que incluyen ayudar a optimizar la acción de la insulina, la hormona que previene los niveles altos de azúcar en la sangre. En consecuencia, los bajos niveles de estrógeno pueden conducir a la resistencia a la insulina o a la acción de la insulina. La resistencia a la insulina está relacionada con el síndrome metabólico, un grupo de rasgos y condiciones médicas que aumentan el riesgo de problemas de salud como la diabetes, el ataque cardíaco y el accidente cerebrovascular. Los bajos niveles de estrógeno y la resistencia a la insulina pueden tener consecuencias negativas para la salud, y su médico puede guiarlo mejor sobre cómo manejar y tratar estos problemas de salud.

Síndrome metabólico

La resistencia a la insulina es una característica distintiva del síndrome metabólico, un conjunto de condiciones que incluyen los niveles elevados de azúcar en la sangre que se encuentran en la prediabetes y la diabetes tipo 2 (DM2); obesidad central o abdominal; alta presion sanguinea; y lípidos sanguíneos anormales: niveles específicamente elevados de triglicéridos, grasa en la sangre y niveles bajos de HDL, un colesterol protector fabricado por el cuerpo. El síndrome metabólico afecta aproximadamente al 35 por ciento de los adultos estadounidenses, según un estudio publicado en la edición de mayo de 2015 de "The Journal of the American Medical Association". La relación entre el síndrome metabólico, la resistencia a la insulina y el estrógeno es compleja, y se necesita más investigación para aclarar la interacción de estas hormonas en la salud y la enfermedad.

Resistencia al estrógeno y la insulina

Una revisión de estudios en animales y humanos publicada en marzo de 2016 en el "Journal of Diabetes Research" discutió la asociación conocida entre el estrógeno y la acción de la insulina. Además de perjudicar la acción de la insulina, los bajos niveles de estrógeno pueden obstaculizar la secreción de insulina desde el páncreas, sugieren los autores del estudio. Insuficiente insulina hace que el hígado produzca un exceso de glucosa y envíe este excedente a la sangre. La deficiencia de estrógenos también puede causar inflamación, lo que puede afectar aún más la acción de la insulina. Además de la complejidad de este problema, ciertas afecciones caracterizadas por la resistencia a la insulina (obesidad, embarazo y enfermedad ovárica poliquística) se asocian con altos niveles de estrógeno. Por lo tanto, se requiere investigación de calidad adicional para comprender completamente los efectos del bajo nivel de estrógeno en el cuerpo.

Estrógeno natural y de reemplazo

La mayoría del estrógeno del cuerpo se produce en los ovarios. Sin embargo, los hombres también producen estrógeno: pequeñas cantidades son producidas por las células grasas y las glándulas suprarrenales, que son glándulas productoras de hormonas cerca de los riñones. En las mujeres, la producción de estrógeno alcanza su máximo durante los cambios físicos de la pubertad, y los niveles se mantienen altos hasta la menopausia.

El estrógeno también puede prepararse artificialmente y usarse en anticonceptivos y para la terapia de reemplazo hormonal (TRH), un tratamiento aprobado para la menopausia y la osteoporosis.A primera vista, parece que reemplazar el estrógeno puede mejorar la acción de la insulina y anular las consecuencias de la resistencia a la insulina. Sin embargo, existen riesgos asociados con altos niveles de estrógeno, incluido el riesgo de cáncer de mama, por lo que es esencial el tratamiento individualizado de bajos niveles de estrógeno.

Advertencias y precauciones

La resistencia a la insulina aumenta el riesgo de problemas de salud graves, y los niveles bajos de estrógenos pueden estar relacionados con la resistencia a la insulina. Mientras que la resistencia a la insulina por lo general ocurre sin ningún síntoma, es más probable que ocurra si ha ganado peso no deseado o tiene exceso de grasa abdominal. Otros signos de resistencia a la insulina incluyen etiquetas cutáneas excesivas y una afección de la piel llamada acantosis nigricans, que es un oscurecimiento de la piel en los pliegues del cuello, las axilas y la ingle. Si tiene resistencia a la insulina o síndrome metabólico, trabaje con su médico en una estrategia de tratamiento que incluya actividad física regular y un plan de pérdida de peso saludable. Si es posmenopáusica o si sospecha que tiene niveles bajos de estrógeno, hable con su médico para obtener orientación sobre las opciones de tratamiento.