El té verde se ha consumido para miles de años, y en las últimas décadas la ciencia ha descubierto una serie de usos medicinales para esta popular hierba. El té verde tiene potentes propiedades antiinflamatorias debido a los antioxidantes que posee. Se ha investigado por su papel en el tratamiento de enfermedades causadas por la inflamación, incluida la aterosclerosis, la enfermedad hepática, la enfermedad inflamatoria intestinal y una variedad de cánceres.
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Cáncer de próstata
Una conferencia de investigación sobre prevención del cáncer de 2012 presentó evidencia de que los hombres con cáncer de próstata que consumieron té verde antes de someterse a cirugía de extirpación de próstata habían reducido los marcadores de inflamación, el National Notas del Cancer Institute. El NCI también señala que investigaciones recientes revelaron que los hombres con un precursor específico del cáncer de próstata podían reducir el riesgo al consumir té verde. La Universidad de Maryland Medical Center observa que el té verde ha demostrado al menos cierta eficacia en el tratamiento de una variedad de otros tipos de cáncer, incluidos la próstata, el estómago, la piel, el páncreas, los ovarios, los senos, los pulmones, el esófago y el colorrectal.
Cáncer de Mama
Una de las sustancias anticancerígenas más potentes del té verde es un polifenol conocido como galato de epigalocatequina o EGCG. Esta sustancia puede ser efectiva para librar al cuerpo de las células tumorales cuando se usa junto con quimioterapia o radiación. Un estudio publicado en "Lasers in Surgery and Medicine" en 2011 descubrió que las propiedades antiinflamatorias de EGCG incrementaban la muerte de las células cancerosas en las células de cáncer de mama.
Aterosclerosis
La aterosclerosis es una enfermedad inflamatoria que puede provocar apoplejía y enfermedad cardíaca. Un estudio publicado en "Annual Review of Pathology" en 2006 señala que los marcadores inflamatorios se usan para controlar la progresión de la aterosclerosis y que las terapias antiinflamatorias se pueden usar para combatir eficazmente la enfermedad. El té verde puede ayudar a prevenir la aterosclerosis y la enfermedad arterial coronaria a través de sus propiedades antioxidantes, que ayudan a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos. El Centro médico de la Universidad de Maryland señala que beber 3 tazas de té verde por día puede disminuir el riesgo de ataque cardíaco, una enfermedad causada por la aterosclerosis, en un 11 por ciento.
Enfermedad hepática
Un estudio publicado en 2011 en "Cancer Epidemiology" registró los efectos del consumo de té verde, con respecto a la inflamación, en personas chinas afectadas con carcinoma hepatocelular, o HCC, la forma más común de cáncer de hígado. El estudio encontró que aquellos que bebieron té verde durante más de 30 años tenían el menor riesgo de HCC, en comparación con aquellos que no tomaron té verde. El estudio concluyó que el té verde podría desempeñar un papel en la prevención del CHC, especialmente en aquellos con factores de riesgo incrementados, como el consumo de alcohol, el cigarrillo o la hepatitis.
Heart Protection
Según un estudio publicado en 2007 en "Tratamientos cardiovasculares y trastornos hematológicos", los polifenoles en el té verde contienen agentes antiinflamatorios y antioxidantes que pueden proporcionar protección cardiovascular. El estudio señala que EGCG es el componente más potente y activo del té verde y puede proteger contra el daño celular al evitar que los radicales libres roben electrones de los tejidos grasos y bloqueen la sobreproducción de sustancias proinflamatorias.