Correr es una actividad aeróbica de alta intensidad que dificulta o imposibilita el habla normal y eleva significativamente la frecuencia cardíaca. Sin embargo, una frecuencia cardíaca de 182 latidos por minuto es alta incluso para los corredores y excede las pautas comunes de ejercicio. Aunque es posible que pueda acelerar su frecuencia cardíaca tan alto sin un peligro físico inmediato, al hacerlo se corre el riesgo de dañar el corazón o lesionar las articulaciones o los músculos.
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Conceptos básicos
Al igual que todas las formas de ejercicio aeróbico, correr te obliga a usar continuamente músculos grandes en tu cuerpo para mantener tu actividad. A su vez, este uso repetido de los músculos obliga a su cuerpo a extraer mayores cantidades de oxígeno para satisfacer los crecientes requerimientos de energía. Sus pulmones comienzan este proceso al atraer más aire a un ritmo más rápido. Su corazón completa el proceso al golpear más rápido y hacer circular más sangre rica en oxígeno por todo su cuerpo. Correr requiere mover las extremidades a un ritmo relativamente rápido y, por lo tanto, supone una gran carga de trabajo para el corazón y los pulmones.
Tasas de corazón seguro
Los corredores y todos los demás deportistas deben mantener su frecuencia cardíaca por debajo de un cierto nivel para salvaguardar su salud de manera adecuada. El límite superior de su rango de latido cardíaco seguro, llamado frecuencia cardíaca máxima, se puede aproximar fácilmente deduciendo su edad del número 220. Sin embargo, las pautas comunes de ejercicio no recomiendan que haga ejercicio a la velocidad máxima posible. En su lugar, debe hacer ejercicio a un porcentaje seguro de esta frecuencia, comúnmente conocida como frecuencia cardíaca objetivo. Los deportistas inexpertos suelen establecer su tasa objetivo en 50 o 60 por ciento del máximo, mientras que los usuarios habituales a veces pueden establecer su tasa objetivo tan alta como 85 por ciento del máximo.
Superación de la tasa objetivo
Incluso a la edad de 20 años, cuando las tasas objetivo para adultos son más altas, una frecuencia cardíaca de 182 bpm excede las pautas de seguridad aceptadas. Los adultos mayores que elevan sus corazones a este nivel disminuyen aún más sus márgenes de seguridad. Si no tiene una enfermedad relacionada con el corazón o un riesgo conocido de ataque al corazón, exceder su rango objetivo puede no poner directamente en peligro su salud. Sin embargo, hacer ejercicio por encima del 85 por ciento de tu frecuencia cardíaca máxima puede en realidad provocar la aparición de problemas cardíacos, además de exponerte a riesgos claros de daño a tus músculos, articulaciones o huesos.
Consideraciones
Cuando ejecuta o realiza cualquier otra forma de ejercicio aeróbico que eleva su frecuencia cardíaca más del 85 por ciento del máximo, no obtendrá ningún beneficio físico adicional de su actividad. De hecho, incluso los deportistas experimentados pueden obtener el máximo beneficio de su actividad mientras mantienen sus frecuencias cardíacas en el rango de 75 a 80 por ciento.En algunos casos, los atletas de élite elevan temporalmente su frecuencia cardíaca en más del 90 por ciento de su capacidad máxima. Sin embargo, solo lo hacen con aprobación médica explícita. Consulte a su médico para obtener más información sobre cómo mantener un ritmo cardíaco apropiado durante la carrera u otras formas de ejercicio.