La vitamina D-3 es una forma de vitamina D que está disponible como un suplemento de venta libre. Este nutriente ayuda a su cuerpo a realizar una variedad de funciones, que incluyen absorber calcio, desarrollar huesos saludables y protegerse contra las infecciones. Si está embarazada, hable con su médico antes de comenzar el tratamiento con un suplemento de vitamina B-3.
Video del día
Dosis recomendada
Cuando se usan apropiadamente, los suplementos de vitamina D-3 generalmente son seguros durante el embarazo. Cuando una mujer espera o está amamantando, su ingesta diaria recomendada de vitamina D es de 600 unidades internacionales o IU. A dosis diarias superiores a 4000 UI, los suplementos de vitamina D-3 pueden causar toxicidad por vitamina D en cualquier persona de 9 años o más, incluidas las mujeres embarazadas o lactantes.
Efectos secundarios
La vitamina D-3 generalmente se tolera bien cuando se usa según las indicaciones. Sin embargo, tomar una dosis diaria alta de vitamina D-3 puede causar un aumento insalubre en sus niveles sanguíneos de este nutriente. Aunque la toxicidad de la vitamina D ocurre con poca frecuencia, los síntomas de esta condición incluyen náuseas, pérdida de apetito, dolor de cabeza, sequedad de boca, aumento de la micción, debilidad, fatiga, estreñimiento, dolor de huesos y picazón en la piel. Puede evitar tales complicaciones consultando a su médico para asegurarse de tomar la dosis correcta de vitamina D-3.
Interacciones con medicamentos
El tratamiento con suplementos de vitamina D-3 puede no ser apropiado para las mujeres embarazadas que toman ciertos medicamentos. Los suplementos de vitamina D-3 pueden reducir la efectividad de la atorvastatina. Las mujeres embarazadas también deben saber que ciertos medicamentos pueden disminuir sus niveles de vitamina D. Estos medicamentos incluyen aceite mineral, orlistat, medicamentos anticonvulsivos, antiácidos y secuestrantes de ácidos biliares. Además, la isoniazida, el estrógeno y la tiazida, un diurético, pueden aumentar los niveles sanguíneos de vitamina D, lo que puede elevar el riesgo de toxicidad.
Deficiencia de vitamina D
Las mujeres embarazadas que no consumen suficiente vitamina D al día pueden tener un mayor riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo, como preeclamsia, diabetes gestacional y vaginosis bacteriana, un tipo de infección vaginal. Estas complicaciones del embarazo también pueden provocar trabajo de parto prematuro o bajo peso al nacer. Además, es más probable que las mujeres con niveles bajos de vitamina D necesiten una cesárea, o cesárea, en el momento del parto.