El nervio ciático puede incidir fácilmente, lo que resulta en dolor debilitante y limitaciones físicas. El nervio ciático se extiende desde la columna lumbar, a través de la parte posterior de las nalgas y por la parte posterior de la pierna, y puede verse afectado por una lesión de la parte inferior de la espalda o por la inflamación del músculo piriforme ubicado en las nalgas. Comprender cómo reintroducir el ejercicio, como caminar en su rutina, lo ayudará.
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Beneficios de caminar
Caminar puede aliviar y reducir el dolor ciático en ciertas circunstancias. Use caminar como un ejercicio suave para permitir que su cuerpo descanse y se cure durante varias semanas después de una lesión ciática si está acostumbrado a correr o hacer pesas. Tenga cuidado de caminar sobre superficies niveladas con poca o ninguna inclinación, a un ritmo lento o moderado, disminuyendo la velocidad de inmediato si siente algún síntoma. Detener si los síntomas no se resuelven en un minuto.
Stretch and Rest
Si padece una lesión aguda del nervio ciático que tiene solo unos días de vida, absténgase de hacer ejercicio e intente mantener solo la actividad normal. Use calor húmedo durante 15 minutos a la vez, varias veces al día, en las nalgas o la zona lumbar para reducir el dolor. Estira el nervio ciático tumbado boca abajo en el suelo con la pierna afectada doblada hacia arriba para llevar la rodilla al pecho y la pierna no afectada extendida hacia atrás. Proporcione una liberación de punto gatillo a sus nalgas cada vez que experimente dolor ciático al acostarse sobre una pelota de tenis colocada debajo de la zona más dolorosa de las nalgas y tratando de relajar las nalgas en esta posición durante aproximadamente cinco minutos.