Muchos adultos entienden que correr, jugar y participar en deportes son actividades saludables para sus hijos. Ellos entienden que el elemento aeróbico de tales actividades es saludable para el corazón y quema calorías de manera efectiva. Su comprensión comienza a nublarse, sin embargo, cuando los adultos cuestionan la efectividad de otro tipo de ejercicio: el entrenamiento con pesas. Si bien el Consejo Estadounidense del Ejercicio da el visto bueno de aprobación para que los niños comiencen a entrenar con pesas a partir de los siete u ocho años, experimentarán aún más los resultados beneficiosos del entrenamiento con pesas durante su adolescencia.
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Cuerpos más saludables
Cuando los adolescentes realizan ejercicios de entrenamiento de fuerza de 20 a 30 minutos, dos o tres días a la semana, verán beneficios físicos notables en una cuestión de semanas. El entrenamiento con pesas efectivamente conducirá a mejoras con la aptitud muscular de los adolescentes, la densidad ósea y la composición corporal. Para obtener los beneficios físicos óptimos del entrenamiento con pesas, es importante que los adolescentes comiencen lentamente, levanten una cantidad adecuada de peso, tomen descansos después de series y entrenan con supervisión.
Rendimiento mejorado
El entrenamiento con pesas también es efectivo para ayudar a los adolescentes a mejorar su rendimiento atlético. El entrenamiento con pesas mejora la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio muscular que juegan un papel importante en la aptitud atlética. Los adolescentes que levantan pesas a menudo pueden correr más rápido y moverse con más poder y agilidad. Cuando se combina con el ejercicio cardiovascular, el entrenamiento con pesas también puede reducir el riesgo de lesiones relacionadas con los deportes en un 50 por ciento.
Mojo mental y emocional
Los poderosos efectos del entrenamiento con pesas para los adolescentes no se limitan a la salud física y el rendimiento. Además de los avances de fuerza físicamente perceptibles, los adolescentes que entrenan con pesas también muestran mejoras significativas en la autoestima y la disciplina cognitiva. Se sienten mejor consigo mismos y obtienen la confianza que les permite creer que son capaces de mucho más de lo que originalmente pensaron que era posible, tanto con pesas como sin ellas.
Diversión y amistad
Los beneficios sociales del entrenamiento con pesas también son evidencia de los efectos positivos del ejercicio para los adolescentes. A medida que los adolescentes se vuelven más fuertes, más seguros y mejores atletas, están más dispuestos a dedicarse constantemente a actividades deportivas con los demás. Además de ser efectiva, estas actividades pueden ser divertidas. También pueden conducir a un hábito formado temprano para recibir los tres a cinco días de ejercicio cardiovascular recomendado y los dos o tres días de ejercicio de entrenamiento de fuerza que los niños necesitan durante su adolescencia y para toda la vida.