Según KidsHealth, un sitio web dedicado a la salud de niños y adolescentes, uno de cada tres niños se considera con sobrepeso u obesidad. Esto es el resultado de muchos factores, como la genética, el estilo de vida y los hábitos. Los niños que tienen sobrepeso tienen más probabilidades de dedicar menos tiempo a la actividad física y más tiempo a comer alimentos que carecen de valor nutricional.
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Estadísticas
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades declaran que las tasas de obesidad infantil han aumentado dramáticamente desde 1980. La pereza puede no ser la culpable por completo, ya que factores como la raza y el estatus socioeconómico contribuyen a tasas de obesidad más altas en algunas poblaciones. Al carecer de nutrición adecuada y áreas de juego al aire libre seguras, los niños de familias de bajos ingresos tienen tasas más altas de obesidad. Los mexiconorteamericanos y los afroamericanos también tienen peores resultados que los estadounidenses blancos debido a la genética.
Factores de riesgo
La obesidad infantil se asocia con un mayor riesgo de diabetes, presión arterial alta y colesterol. Los niños con sobrepeso son más propensos que los niños de peso promedio a tener problemas en los huesos y articulaciones, asma, apnea del sueño y otras alteraciones del sueño y trastornos digestivos. Los niños obesos también son más propensos a desarrollar trastornos alimentarios, baja autoestima y depresión, y es más probable que sufran de abuso de sustancias.
Actividad física
La falta de actividad física contribuye fuertemente a la obesidad infantil. Participar en actividad física puede evitar que los niños aumenten demasiado de peso y también fortalecer sus músculos y huesos. Los niños que hacen ejercicio o son físicamente activos regularmente tienen más probabilidades de permanecer activos en sus años de adolescencia. Sin embargo, en los últimos años, es menos probable que los niños vayan caminando a la escuela o se involucren en tareas domésticas. En cambio, los niños juegan videojuegos, usan computadoras y miran televisión más de lo que están físicamente activos.
Hábitos saludables
Proporcionar alimentos nutritivos en porciones saludables es importante para frenar la obesidad infantil. Los niños aprenden hábitos saludables como resultado y también reducen su consumo de grasas. Promover la actividad física puede evitar que los niños desarrollen la obesidad y las consecuencias relacionadas. Los niños deben participar en al menos 60 minutos de actividad física todos los días. Limitar el tiempo de pantalla y el juego de video puede ayudar a promover la actividad física.