Fusión lumbar, pies entumecidos y ejercicio

Despierta tu pie y tobillo con este ejercicio

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Fusión lumbar, pies entumecidos y ejercicio
Fusión lumbar, pies entumecidos y ejercicio
Anonim

La fusión lumbar es una cirugía en la cual su cirujano fusiona dos vértebras en la región lumbar: la parte baja de la espalda. Si tiene una desalineación espinal, tumores o debilidad que le causan dolor o malestar, su médico puede recomendar una fusión lumbar para tratar el problema. Aunque puede experimentar un aumento del dolor, entumecimiento u hormigueo inmediatamente después de la cirugía, esos síntomas probablemente desaparecerán y el ejercicio regular regular acelerará su recuperación.

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Fusión lumbar

En la fusión lumbar, su cirujano coloca un injerto óseo entre dos o más vértebras, que crece hasta que los dos huesos se conectan como uno. La cirugía podría eliminar el dolor, entumecimiento u hormigueo causado por la fricción entre dos vértebras. Las condiciones que los médicos tratan con la fusión de lumber incluyen dolor de espalda por problemas de disco, fracturas de espondilólisis, tumores y escoliosis.

Entumecimiento

Debido a que la columna vertebral retiene una gran cantidad de tejido nervioso, el daño a los nervios es un posible efecto secundario de la fusión lumbar. Después de la cirugía, algunos pacientes pueden experimentar entumecimiento y hormigueo en las extremidades o extremidades a causa del daño a los nervios. Los síntomas pueden desaparecer por sí solos dentro de los seis a 12 meses a medida que el cuerpo se reajusta a las nuevas estructuras formadas en la cirugía. Si los síntomas no desaparecen, hable con su cirujano sobre posibles complicaciones.

Rehabilitación precoz

La fusión lumbar es una cirugía mayor y tomará tiempo y esfuerzo recuperarla. En los primeros días, puede experimentar dolor y debilidad. Realice ejercicios suaves y una respiración profunda para ayudar en el proceso de recuperación, pero no doble, levante ni tuerza. Concéntrese en ejercitar los músculos abdominales, de la cadera y de la espalda con pequeños movimientos suaves. Esto ayudará a activar y fortalecer estos músculos de apoyo y aumentar el flujo de sangre a la zona.

Ejercicio progresivo

Durante las primeras seis semanas después de la cirugía, limite el ejercicio a caminar, ejercicios de estabilización y estiramientos suaves. Por ejemplo, el puente, en el que te tumbas de espaldas con las rodillas dobladas, los pies apoyados en el suelo y levanta las caderas y la espalda del suelo hasta los omóplatos, ayuda a estabilizar la espalda y los músculos del tronco. Después de seis semanas, incorpore ejercicios más vigorosos como nadar o usar una máquina elíptica. Evite las actividades de alto impacto y los deportes de contacto como correr, fútbol americano o aeróbicos escalonados hasta que su cirujano diga que está bien.