No hay nada como una sesión de ejercicio vigoroso para hacerte sentir como si hubieras hecho algo positivo por ti mismo. La fatiga y los espasmos musculares que ocurren después del entrenamiento son subproductos del trabajo mecánico e indican que usted ha desafiado sus músculos de una manera que hará que se adapten y se hagan más fuertes. La fatiga y los espasmos son probablemente causados por el agotamiento del combustible, la deshidratación y el agotamiento de los electrolitos, la estimulación de las neuronas motoras y el daño a las fibras musculares. En algunos casos, las estatinas tomadas por colesterol alto pueden ser la causa.
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Agotamiento del combustible y fatiga muscular
Durante un entrenamiento vigoroso, usted depende en gran medida de la glucosa, un combustible almacenado en su tejido muscular en forma de glucógeno. Para que sus músculos se contraigan continuamente, deben fabricar ATP o trifosfato de adenosina, que es la principal sustancia química de la producción de energía celular. La producción de ATP requiere un suministro continuo de glucosa, grasa y oxígeno. Cuanto más tiempo haga ejercicio, más se agotarán sus reservas de glucógeno, lo que provocará fatiga y debilidad muscular. Un refrigerio alto en carbohidratos después del ejercicio lo ayudará a reponer su glucógeno muscular y a aliviar la debilidad muscular. Pruebe un tazón de cereal con plátanos en rodajas o leche con chocolate con un sándwich.
Deshidratación y espasmos musculares
El ejercicio puede dejarte deshidratado, y eso puede significar problemas para tus músculos, que están formados por grandes cantidades de agua. Junto con la pérdida de agua, también puede perder electrolitos, los compuestos minerales que necesita para que su sistema nervioso funcione correctamente. El calcio, el magnesio, el potasio y el sodio son electrolitos esenciales que se pueden perder a través de la transpiración. Una consecuencia de la deshidratación y la depleción de electrolitos son los calambres y espasmos musculares. Asegúrese de beber mucha agua antes, durante y después del ejercicio, y considere una bebida de reemplazo de electrolitos como Gatorade u otras bebidas deportivas, para restaurar los niveles óptimos.
Daño e inflamación de la fibra muscular
Uno de los resultados del ejercicio desafiante es la rotura leve del tejido muscular que puede provocar dolor, inflamación y debilidad durante varios días después de un entrenamiento. Esta condición se llama DOMS, o dolor muscular de aparición retardada. La descomposición de la fibra es uno de los estímulos que promueve el aumento del tamaño y la fuerza muscular. La inflamación resultante puede causar presión sobre las neuronas motoras, los nervios que estimulan la contracción muscular, causando que las fibras musculares se contraigan. La debilidad y las contracciones de DOMS a menudo desaparecen en tres a cinco días.
Estatinas y debilidad muscular
Las estatinas a menudo se recetan para tratar el colesterol alto, pero pueden afectar negativamente al tejido muscular.Los síntomas de la miopatía inducida por estatinas incluyen fatiga, dolor muscular, sensibilidad muscular, debilidad muscular, calambres nocturnos y dolor en los tendones. Si hace ejercicio regularmente, hable con su proveedor de atención médica sobre los efectos secundarios antes de aceptar tomar estatinas. Si acaba de comenzar un programa de ejercicios y ya está tomando estatinas, busque los efectos secundarios del dolor muscular y la debilidad, y hable de cualquier inquietud con su proveedor de atención médica.