Los antioxidantes naturales y los refuerzos inmunes pueden ayudar a prevenir enfermedades y mantener su cuerpo saludable. Alimentar adecuadamente su sistema inmunológico aumenta su poder para combatir enfermedades. Los antioxidantes protegen las células del daño oxidativo de los radicales libres, los subproductos del metabolismo y los factores ambientales. También estimulan la producción de glóbulos blancos, el mecanismo de defensa del cuerpo. Hay muchos antioxidantes naturales y refuerzos inmunes disponibles en forma de vitaminas, minerales, fitoquímicos y otras sustancias en los alimentos que comemos.
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Vitamina C
La vitamina C es un poderoso antioxidante responsable del aumento en la producción de glóbulos blancos y anticuerpos que combaten las infecciones. Aumenta los niveles de interferón en el cuerpo, un anticuerpo que recubre la superficie de la célula y previene ataques virales o bacterianos. La vitamina C protege contra el cáncer al inhibir la producción de nitrosaminas causantes de cáncer. Reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares al elevar los niveles de HDL o colesterol bueno y reducir la presión arterial. Elija frutas cítricas, pimientos, brócoli, tomates, fresas y verduras de hoja verde para aumentar su inmunidad.
Vitamina E
La vitamina E señala la liberación de células asesinas naturales, que son células que buscan y destruyen partículas extrañas como gérmenes y toxinas. También estimula la producción de células B o células inmunitarias que fabrican anticuerpos. La vitamina E puede revertir la disminución de la inmunidad relacionada con el proceso natural de envejecimiento. Consumir una dieta rica en nueces, semillas, aceites vegetales, granos integrales, verduras de hoja verde y cereales fortificados para el desayuno lo ayudará a satisfacer sus necesidades diarias de vitamina E.
Carotenoides
El betacaroteno se convierte en vitamina A solo cuando el cuerpo lo necesita. Este proceso permite que los carotenoides restantes actúen como antioxidantes, combatiendo los radicales libres en todo el cuerpo. Beta caroteno ayuda a fortalecer el sistema inmune y reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular al interferir con la oxidación de la grasa y el colesterol en el torrente sanguíneo. El beta caroteno tiene un efecto preventivo contra la aterosclerosis, el derrame cerebral, el cáncer y el ataque cardíaco. Las frutas y verduras de colores brillantes como las zanahorias, los albaricoques, las batatas, la calabaza, el brócoli, los tomates, el melón, los melocotones, las espinacas, la col rizada, la calabaza y el mango son ricos en betacaroteno. Busque la sandía y los tomates como fuentes de licopeno, un potente antioxidante.
Bioflavonoides
Los bioflavonoides son polinutrientes que se encuentran en las legumbres, soja, té, uvas, vino tinto y productos de soya. En el cuerpo, se convierten en estrógenos de plantas, o fitoestrógenos, que ayudan a inhibir el crecimiento de cánceres dependientes de hormonas. También ayudan al sistema inmune al proteger las células del cuerpo contra los contaminantes ambientales.Los bioflavonoides reducen los niveles de colesterol total y reducen la capacidad del colesterol para formar placas en las arterias.
Selenio
El selenio, un mineral importante, aumenta la eficacia de la vitamina E. También funciona al aumentar las células asesinas naturales y movilizar las células que combaten el cáncer. Es un poderoso agente contra el cáncer, ya que ayuda a prevenir el daño causado por la radiación y los carcinógenos químicos. El selenio aumenta la reacción del sistema inmune a las infecciones, previene los coágulos de sangre e incluso puede ser beneficioso para reducir el dolor artrítico. Para satisfacer sus necesidades diarias de selenio, consuma atún, langosta, camarón, pargo, cereales integrales, huevos, pollo, queso, ajo, nueces, semillas y verduras.
Zinc
Un refuerzo mineral e inmunológico, el zinc aumenta la producción de glóbulos blancos y células asesinas. Esto mejora la capacidad del sistema inmune para combatir las infecciones de forma más agresiva y liberar anticuerpos. El zinc puede disminuir la incidencia y la gravedad de las infecciones, inhibir la pérdida de visión como resultado de la degeneración macular y ayudar a prevenir el agrandamiento de la próstata y el cáncer. Los alimentos ricos en zinc incluyen ostras, cangrejos, carne de res, pavo, frijoles y cereales fortificados.