Las hemorragias nasales, también llamadas epistaxis, tienen diversas causas y ocurren con mayor frecuencia en niños menores de 16 años. En los casos, las hemorragias nasales son causadas por traumatismos menores y detienen el sangrado en minutos, especialmente si se aplica hielo o si se pinza el puente de la nariz. Las deficiencias de vitaminas pueden provocar hemorragias nasales frecuentes tanto en niños como en adultos y son más difíciles de detener. Las hemorragias nasales también pueden ser un síntoma de una afección médica grave, especialmente si son frecuentes y sangran durante más de 20 minutos, por lo que debe considerarse la consulta con un profesional de la salud.
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Mecanismo de las hemorragias nasales
Los vasos sanguíneos de la nariz son relativamente frágiles y se rompen fácilmente con traumatismo nasal, ya sea por un golpe físico o por soplar la nariz con fuerza. También pueden ser el resultado de la sequedad e inflamación de la mucosa, la extracción agresiva de la nariz que daña los revestimientos de la mucosa o el epitelio, un crecimiento benigno en la parte posterior de la nariz o un trastorno de la coagulación de la sangre. La falta de ciertas vitaminas, especialmente K y C, puede contribuir a los mecanismos de las hemorragias nasales.
Deficiencia de vitamina K
La vitamina K se requiere como un cofactor para una enzima que cataliza el ácido glutámico en ácido gamma-carboxiglutámico, que es necesario para que se produzca la coagulación. La coagulación es el proceso de detener el flujo de sangre por la formación de coágulos, que es fundamental para sanar los vasos sanguíneos dañados. La deficiencia de vitamina K conduce a hemorragias incontrolables una vez que se rompe un vaso sanguíneo. El traumatismo en la nariz daña fácilmente sus arterias pequeñas y, sin los niveles adecuados de vitamina K, la nariz pierde más sangre de lo normal. Otros signos de deficiencia de vitamina K incluyen piel y músculos fácilmente magullados, sangrado de encías y sangre en la orina y las heces.
Deficiencia de vitamina C
La vitamina C es necesaria para el desarrollo de colágeno normal, que es el componente principal en el tejido conectivo. El colágeno reside en la piel y los vasos sanguíneos. Una deficiencia de vitamina C debilita los vasos sanguíneos, lo que puede conducir a una condición llamada capilares frágiles. Los vasos y capilares frágiles de la nariz dependen especialmente de colágeno saludable para evitar la ruptura y las fugas. La deficiencia grave de vitamina C, conocida como escorbuto, generalmente provoca hemorragias provocadas fácilmente por la nariz y las encías, así como hematomas en la piel y los músculos. La deficiencia grave de vitamina C es extremadamente rara en los países occidentales, aunque se producen deficiencias marginales en las personas que no comen frutas y verduras frescas.
Deficiencias de vitamina B-9 y B-12
Las deficiencias de vitaminas B-9 y B-12 pueden aumentar los riesgos de hemorragias nasales porque conducen a niveles elevados de homocisteína en la sangre, lo que daña las paredes de sangre vasos y los hace más susceptibles a aneurismas y rupturas.
Deficiencia de vitamina A
La vitamina A es necesaria para mantener las membranas mucosas de la nariz, los senos, la boca, los ojos y el tracto digestivo húmedas y saludables. Una deficiencia puede provocar sequedad e inflamación en la cavidad nasal, dejándola más susceptible a lesiones y sangrado. Las membranas mucosas secas también aumentan el riesgo de infección, que también puede causar sangrado por la nariz.