El cerebro humano experimenta un crecimiento rápido durante los dos primeros años de vida. La investigación de neurociencia realizada en la Universidad de Washington muestra que a la edad de dos años, el cerebro tiene aproximadamente el 80 por ciento del tamaño del cerebro de un adulto. Hay muchos factores que pueden afectar el crecimiento y desarrollo del cerebro, y la nutrición es uno de los factores clave.
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Desarrollo del cerebro para niños pequeños
El cerebro humano se compone de alrededor de 100 mil millones de neuronas, según el Departamento de Neurociencia de la Universidad de Washington. Cada neurona tiene un axón y una dendrita, que ayudan a enviar y recibir información por todo el cuerpo. La mielina puede afectar en gran medida la velocidad a la que se puede enviar la información. La mielina es una sustancia espesa hecha de grasa que aísla los axones y las dendritas de la neurona. Este aislamiento de las fibras nerviosas permite que el cerebro envíe y reciba información a un ritmo mucho más rápido. La mielinización, o la formación de mielina, comienza en el momento del nacimiento y continúa rápidamente durante los primeros dos años de vida.
Nutrición y crecimiento cerebral
La nutrición inadecuada afecta el crecimiento del cuerpo de un niño, incluido el crecimiento de su cerebro. Un niño que no recibe las calorías y las proteínas adecuadas tendrá un cerebro más pequeño y una disminución de la mielinización, lo que puede ocasionar déficits conductuales y cognitivos. Debido a que la mielina está hecha de grasa, los bebés y niños pequeños hasta la edad de dos años requieren mayores cantidades de grasa en la dieta para apoyar la rápida mielinización que ocurre en sus cerebros. La Fundación Zero to Three recomienda que hasta el 50% de las calorías totales provengan de la grasa desde el nacimiento hasta los dos años.
Fuentes de grasa
Para los niños pequeños de entre 1 y 2 años, la leche materna y la leche entera de vaca son excelentes fuentes de grasa en la dieta. La Nemours Foundation recomienda darle a su hijo de 16 a 24 oz. de leche entera al día para proporcionar cantidades adecuadas de grasa. Darle a su hijo más de 24 onzas de leche por día puede hacer que su hijo esté demasiado lleno como para comer otros alimentos que sean ricos en otros nutrientes importantes. Las fuentes dietéticas nutritivas adicionales para su hijo incluyen yogur y queso.
Consejos para comidas y meriendas
Recuerde que los niños pequeños tienen estómagos pequeños, por lo que necesitan comer pequeñas cantidades de alimentos frecuentemente durante el día. Ofrezca leche con las comidas para asegurarse de que su hijo tenga muchas oportunidades de obtener la grasa necesaria para el desarrollo del cerebro. Si su hijo está más interesado en la comida a la hora de la comida, intente ofrecer leche como refrigerio entre 1 y 2 horas antes de una comida. Recuerde que puede llevarle algún tiempo a su hijo acostumbrarse al sabor de la leche de vaca entera al hacer la transición de fórmula o leche materna.Para ayudar con la transición, puede mezclar la leche de vaca con fórmula o leche materna, aumentando lentamente la cantidad de leche de vaca.