Todos los niños necesitan ejercicio, y los niños con autismo no son una excepción. De hecho, para los niños autistas, el ejercicio físico puede tener beneficios conductuales adicionales si se usan ciertas precauciones y técnicas. Todas las actividades motoras gruesas habituales de correr, caminar, saltar, andar en bicicleta y otras pueden ser disfrutadas y disfrutadas por niños con autismo.
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Afecta negativamente
Debido a que los niños con autismo se relacionan con su entorno de manera diferente que otros niños, participar en actividades físicas en un ambiente al que no están acostumbrados les puede dar miedo. Por ejemplo, los espacios abiertos pueden ser desorientadores y los ruidos fuertes, bastante comunes en un gimnasio, pueden asustar a los niños autistas. Como resultado, su hijo autista puede mostrar comportamientos como caminar con los pies, agitar las manos o estallidos de ira, entre otras cosas, en estos entornos.
Prevención de Melt Downs
Es posible adelantarse o al menos reducir comportamientos de actuación preparando a su hijo por adelantado. "Palaestra," un diario sobre educación física para personas con discapacidades, sugiere comunicarse con su hijo sobre qué esperar. Sea creativo y adapte las actividades a las necesidades de su hijo. Por ejemplo, dado que los niños autistas a menudo tienen un período de atención corto, evite largos períodos con la misma actividad. Prepararse para las transiciones con anticipación al informar a su hijo con anticipación puede prevenir las rabietas. Además, inicialmente, concéntrese en la modalidad que su hijo prefiera, lo que ayuda a prevenir la sobrecarga sensorial.
Cambios esperados en el comportamiento
Los estudios han demostrado que de cinco a ocho minutos de actividad aeróbica reducen el comportamiento autoestimulante, según el sitio web de Pediatría y salud infantil. Además, "Palaestra" informa que los niños con autismo que tenían actividades físicas agregadas a su plan de manejo del comportamiento tradicional mostraron un aumento en la atención, un aumento en el comportamiento en la tarea y un aumento en el nivel de respuestas correctas.
Juegos para jugar
Los niños con autismo también obtienen beneficios de actividades físicas que involucran habilidades de motricidad pequeña, como juegos que requieren tocar objetos, interactuar tomando turnos, hacer contacto visual, algo que los niños autistas a menudo se sienten incómodos. - y aprender a tolerar texturas no sólidas, como la pintura. Algunos juegos que puedes jugar, junto con otros niños o uno a uno, incluyen seguir al líder; al escondite; pintura; preferiblemente con dedos; y el juego de bolsas de sorpresas durante el cual se colocan objetos divertidos dentro de una bolsa y su hijo siente por ellos e intenta adivinar cuáles son.