Diferentes áreas de la mama pueden irritarse o inflamarse, lo que produce protuberancias rojas en la zona. Sin embargo, a veces la anatomía normal y los cambios en la piel pueden causar las mismas características. Es bueno entender cuando las protuberancias rojas en los senos son preocupantes y cuando no lo son. Si tiene dudas sobre sus senos, debe consultar a su médico.
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Cambios durante y después del embarazo
Las mamas experimentan cambios durante y después del embarazo. Las glándulas de Montgomery son glándulas productoras de aceite en la areola que pueden agrandarse debido a cambios hormonales. Este tejido puede aparecer como protuberancias oscuras sobre la mama y es normal. Durante la lactancia, podría estar en riesgo de mastitis. Las bacterias de la boca de su niño o las bacterias normales de su piel pueden infectar los conductos de la leche. Esto puede causar hinchazón local, dolor, enrojecimiento, bultos y fiebre. En algunos casos, se forma una bolsa de infección o absceso. A menudo se necesitan antibióticos para resolver estas infecciones. La lactancia materna generalmente puede continuar durante el tratamiento.
Inflamación e infección
Las erupciones e infecciones pueden aparecer como protuberancias rojas en el pecho. Las erupciones por calor, por ejemplo, pueden ser causadas por el exceso de sudoración y la obstrucción de las glándulas sudoríparas. Otro tipo de erupción puede ser causada por irritación alrededor de los folículos capilares. Los pelos encarnados o incluso la exposición a bacterias de un jacuzzi pueden provocar inflamación y posible infección. Algunas mujeres, especialmente si tienen senos más grandes, pueden tener una irritación debajo de los senos por el sudor que allí se acumula. Esto puede aumentar el riesgo de infecciones por hongos. Su médico le informará si se necesitan antibióticos u otros tratamientos para estas afecciones. En términos generales, es útil mantener la piel limpia y seca para disminuir el riesgo de estas erupciones.
Quistes, glándulas y bultos
Con frecuencia se forman quistes en el tejido mamario. Tienden a cambiar de tamaño a lo largo del ciclo menstrual. Si los quistes están cerca de la superficie, pueden estirar la piel y dar una apariencia enrojecida. Las glándulas también pueden agrandarse si se obstruyen con escombros. La enfermedad de Fox-Fordyce, por ejemplo, es una condición que afecta las glándulas sudoríparas en la areola del seno. Esto ocasiona protuberancias en el área que pueden aparecer rojas. Si siente un bulto en su seno, haga que su médico lo examine y excluya la posibilidad de cáncer de seno.
Condiciones comunes de la piel
Los crecimientos en la piel pueden desarrollarse con la edad y las mamas no son una excepción. Los vasos sanguíneos se pueden agrupar en la superficie de la piel, dando a estas manchas un aspecto rojo brillante. Estos se conocen como angiomas de cereza. La piel también puede crecer demasiado con manchas que parecen engrosadas y oscuras. Estas queratosis seborreicas pueden tener una apariencia "adherida".Ninguno de estos cambios en la piel es canceroso. El eccema en la piel también es un hallazgo común. Sin embargo, la piel seca y escamosa sobre el pezón o areola merece mayor atención; podría ser un signo de la enfermedad de Paget, un raro tipo de cáncer de mama. Como con cualquier hallazgo cutáneo, si hay cambios en el color o el tamaño, es una buena idea que los evalúe su médico.