Comprender las funciones de la glucosa en el cerebro es importante para las personas con trastornos metabólicos como la diabetes. Dado que el cerebro consume grandes cantidades de glucosa, mantener una fuente constante en la sangre es crucial para asegurar el funcionamiento normal del cerebro. Por lo tanto, monitorear y administrar las fluctuaciones en los niveles de glucosa en sangre son los enfoques centrales de la atención diabética.
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¿Qué es Glucosa?
La glucosa se clasifica químicamente como un carbohidrato. Usualmente llamada azúcar, la glucosa es la principal fuente de energía para cada célula del cuerpo. La glucosa se convierte en gran parte de otros carbohidratos en los alimentos que comemos. El cuerpo descompone los carbohidratos en los intestinos usando enzimas y otras sustancias químicas, lo que da como resultado la glucosa como producto final. La glucosa se absorbe a través de los intestinos y entra al torrente sanguíneo para su uso en el cerebro y otros tejidos.
La energía del cerebro
El cerebro es el órgano más complejo y más exigente en energía del cuerpo, y requiere casi el doble de energía que cualquier otro órgano. Esto se debe a que el cerebro es rico en neuronas o células nerviosas. Estas células gastan energía para crear enzimas y proteínas especializadas para funcionar. Una función principal de todas las neuronas es generar señales eléctricas para la comunicación con otras neuronas en el cerebro. Generar y transmitir estas señales eléctricas utiliza casi el 10 por ciento del suministro total de energía del cuerpo.
Funciones cerebrales
El papel clave de la glucosa en el cuerpo es el combustible para la energía, y el cerebro depende completamente de la glucosa para funcionar normalmente. Las funciones cerebrales, como el pensamiento, el aprendizaje y la memoria, están estrechamente relacionadas con los niveles de glucosa y la eficacia con que el cerebro utiliza la glucosa. Si falta glucosa, los neurotransmisores no se sintetizan y la comunicación entre las neuronas se descompone. La edad también juega un papel en la utilización de la glucosa ya que un cerebro más viejo usa más glucosa que uno más joven para realizar las mismas tareas de aprendizaje y memoria. La glucosa es tan crucial que la función de la memoria se puede mejorar en personas mayores con recuerdos relativamente pobres después de solo una hora de comer una comida rica en carbohidratos.
Cerebro y azúcar en la sangre
El término azúcar en la sangre se refiere a la cantidad de glucosa que circula en la sangre. El nivel de azúcar en la sangre de una persona normal es inferior a 120 miligramos por decilitro una o dos horas después de comer una comida. Cuando los niveles de azúcar en la sangre son demasiado bajos o demasiado altos, se conoce como hipoglucemia o hiperglucemia, respectivamente. La hipoglucemia puede conducir a la pérdida de energía para la función cerebral. Esta es la razón por la que los bajos niveles de azúcar están vinculados a una mala atención y una función cognitiva. La hiperglucemia puede ser el resultado de la diabetes, donde el azúcar en la sangre es demasiado alto pero el azúcar no llega al cerebro.Por lo tanto, el cerebro está privado de energía y funciona de manera menos eficiente, como si el cuerpo fuera hipoglucémico.