El magnesio y el zinc son nutrientes esenciales que su cuerpo necesita para funcionar correctamente. Si bien la mayoría de la gente en los Estados Unidos puede satisfacer sus necesidades diarias de zinc, con la excepción de los ancianos, es posible que a muchos adultos les cueste cumplir con su requerimiento diario de magnesio, según la Oficina de Suplementos Dietéticos. Agregar un suplemento de magnesio con zinc quelado a su dieta puede ayudarlo a satisfacer sus necesidades, pero como cualquier otro suplemento dietético, los efectos secundarios son posibles. Consulte a su médico antes de agregar cualquier suplemento a su rutina diaria.
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Malestar estomacal
El zinc quelado puede absorber mejor que otras formas del mineral. Pero aún puede experimentar varios problemas gastrointestinales al tomar magnesio con zinc quelado. Las quejas comunes incluyen acidez estomacal, indigestión, náuseas y diarrea.
Síntomas similares a la gripe
Además del malestar estomacal, el magnesio con suplementos de cinc quelado también puede provocar síntomas de gripe, aunque la causa principal puede ser el zinc y no el magnesio.. Los efectos secundarios comunes incluyen fiebre, escalofríos, dolor de garganta, dolor de músculos y fatiga. Si experimenta alguno de estos efectos al tomar su suplemento, contacte a su médico de inmediato, sugiere medicamentos. com.
Desequilibrio mineral
Aunque el magnesio y el zinc son minerales esenciales, cuando los tomas en forma de suplemento corres el riesgo de un desequilibrio mineral. La Oficina de Suplementos Dietéticos dice que las altas dosis de zinc pueden evitar que absorba suficiente calcio, lo que puede conducir a una deficiencia. Las altas ingestas de zinc también pueden causar una deficiencia de cobre. De hecho, el zinc quelado es a veces un tratamiento para la enfermedad de Wilson, una condición caracterizada por exceso de cobre en el cuerpo.
Considere Food Instead
Para limitar los efectos secundarios que puede experimentar al tomar un suplemento de magnesio con zinc quelado, considere satisfacer sus necesidades de magnesio y zinc de los alimentos que consume. Ambos minerales se encuentran en una amplia variedad de alimentos, lo que debería facilitarle satisfacer sus necesidades. Buenas fuentes de magnesio incluyen almendras, espinacas, anacardos, edamame, papas, leche y salmón. Puede satisfacer sus necesidades diarias de zinc incluyendo alimentos como ostras, cangrejo, langosta, cereal de desayuno fortificado, yogurt, chuletas de cerdo, anacardos y almendras en su dieta.