Los probióticos son microorganismos vivos y activos, principalmente bacterias, que son similares a los que existen naturalmente en el tracto digestivo humano. A menudo conocidos como bacterias amigables, los probióticos pueden ayudar a estimular la digestión y la regularidad, así como a reponer la flora bacteriana después de un tratamiento con antibióticos. Los efectos secundarios de los probióticos en los niños son similares a los de los adultos, aunque pueden ser más peligrosos en los niños. Siempre debe consultar al pediatra de su hijo antes de alimentarlo con alimentos que contengan probióticos.
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Infección
Debido a la creciente evidencia de que los probióticos pueden ser beneficiosos para los adultos, muchos productos alimenticios para niños son probióticos. Los niños pueden beneficiarse de los probióticos, ya que pueden ayudar a tratar afecciones comunes de la infancia, como infecciones respiratorias, alergias a los alimentos y eccema, aunque se justifica una mayor investigación, de acuerdo con Consumer Reports. No obstante, la infección es un efecto secundario peligroso en los niños, incluidos los bebés y niños pequeños, si tienen un sistema inmunitario reprimido o debilitado debido a una enfermedad subyacente. Si su hijo tiene síndrome de intestino corto, ciertos lactobacilos también pueden causar infección. Las fuentes probióticas para los niños incluyen yogurt, batidos de yogur y alimentos fortificados.
Gas intestinal
El gas intestinal es el efecto secundario más común del uso de probióticos en niños y adultos. Esto se debe a las bacterias productoras de gas presentes, como lactobacilos y bifidobacterias, que descomponen el ácido láctico. La mayoría de los casos de gases intestinales son leves y solo requieren reducir la cantidad de probióticos. Si el gas se vuelve extremadamente doloroso o acompaña a cualquier otro síntoma, como heces acuosas o diarrea, debe contactar a un médico. Esto puede indicar un problema gastrointestinal subyacente en su hijo que podría ser peligroso.
Hinchazón
Al igual que el gas intestinal, la hinchazón a menudo aparece como un efecto secundario común en los niños, aunque en general es bastante leve. La hinchazón también es el resultado de la acumulación de gas en los intestinos y el estómago, y puede volverse severa y dolorosa en los niños con sistemas inmunes comprometidos. Por lo tanto, es extremadamente importante hablar con su médico antes de ofrecer a su hijo cualquier alimento que contenga probióticos, incluso si generalmente se reconoce como seguro.