La aspirina es un medicamento que se puede comprar sin receta y se toma para aliviar el dolor, disminuir la fiebre y combatir la inflamación. También se usa para reducir el riesgo de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, enfermedad cardíaca y artritis. Sin embargo, pueden ocurrir efectos secundarios por tomar demasiada aspirina.
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¿Qué es la aspirina?
La aspirina es un medicamento antiinflamatorio no esteroideo o AINE. Interfiere con las enzimas ciclooxigenasa-1 y ciclooxigenasa-2. Estas enzimas son proteínas que promueven la actividad celular. La enzima ciclooxigenasa-1 protege el revestimiento del estómago y estimula las plaquetas en la sangre para coagular. La enzima ciclooxigenasa-2 está involucrada en la producción de sustancias que contribuyen a la inflamación. La aspirina reduce la formación de coágulos y combate la inflamación.
Problemas estomacales
Debido a que la aspirina interfiere con la protección del revestimiento del estómago, puede causar efectos secundarios digestivos. Tomar aspirina puede causar malestar estomacal, inflamación en el estómago y úlceras que pueden sangrar o causar agujeros en el estómago. Algunos tipos de aspirina tienen un recubrimiento para ayudar a prevenir el daño al estómago. Debido a que la aspirina reduce la coagulación de la mancha, también puede provocar un aumento del sangrado causado por daño en el revestimiento del estómago o con otras lesiones.
Sobredosis aguda
Tomar al menos 150 mg de aspirina por cada kilogramo de peso puede provocar efectos secundarios tóxicos graves. Esto se conoce como una sobredosis aguda. Los síntomas incluyen náuseas, zumbido en los oídos y respiración rápida. Los síntomas pueden progresar a fiebre, convulsiones, confusión mental, anormalidades musculares, insuficiencia renal e incluso insuficiencia respiratoria. Busque atención médica inmediata si toma una sobredosis de aspirina.
Sobredosis crónica
Las personas también pueden desarrollar efectos secundarios graves después de tomar altas dosis de aspirina durante varios días, lo que se conoce como sobredosis crónica. Esto ocurre más a menudo en la población anciana. En una sobredosis crónica, las personas pueden confundirse mentalmente. También pueden desarrollar fiebre, presión arterial baja y deshidratarse. En algunos casos, puede acumularse líquido en los pulmones.