El cuerpo de tu bebé produce vitamina D cuando se expone a la luz solar, pero probablemente te apliques protector solar cuando esté afuera para protegerla piel delicada. Healthychildren. org, un sitio web de la Academia Estadounidense de Pediatría, recomienda un suplemento de vitamina D, especialmente para bebés amamantados, para prevenir el raquitismo, que es una enfermedad caracterizada por el reblandecimiento de los huesos. Hable con su pediatra antes de administrarle gotas de vitamina D a su bebé. Además, siempre dé la dosis correcta porque darle demasiado a su bebé puede provocar efectos secundarios no deseados.
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Vitamina D
La vitamina D trabaja estrechamente con el calcio en el cuerpo de su bebé para desarrollar y mantener huesos fuertes. También regula su sistema inmunológico y las células, que pueden proteger contra el cáncer. La vitamina D se encuentra en algunos alimentos, como pescado graso, leche fortificada y cereales y huevos. Además del raquitismo en los niños, los bajos niveles de vitamina D pueden contribuir al cáncer, la presión arterial alta, la depresión y la obesidad. Solo pequeñas cantidades de vitamina D se transfieren a la leche materna, por lo que es posible que su médico sugiera gotas de vitamina D para su bebé.
Dosis
Los bebés amamantados deben recibir 400 unidades internacionales de vitamina D al día, según HealthyChildren. sitio web org. Por lo general, estas gotas se encuentran en una combinación multivitamínica de 1 mililitro o en una vitamina que contiene vitaminas A, C y D. La vitamina D se agrega a la fórmula infantil por lo que los bebés alimentados con fórmula no necesitan las gotas. La excepción a la regla es si su bebé consume menos de 32 onzas, o mil mililitros, de fórmula fortificada con vitamina D al día.
Efectos secundarios
Use el gotero que viene con las gotas de vitamina D de su bebé y llénelo a la cantidad recomendada para que su bebé no se ponga demasiado. El límite superior tolerable de la vitamina D es de 1, 000 IU para bebés de 0 a 6 meses y de 1, 500 IU para bebés de 6 a 12 meses. Si excede esta dosis, los bebés pueden experimentar sed, falta de apetito, pérdida de peso, dolor de huesos, fatiga, dolor de ojos, picazón en la piel, vómitos, diarrea, estreñimiento, micción frecuente, problemas musculares y un sabor metálico en la boca.
Complicaciones
Los altos niveles crónicos de vitamina D también pueden aumentar los niveles de calcio, según el sitio web del Instituto Linus Pauling. La hipercalcemia es un término utilizado para describir demasiado calcio en la sangre. Puede causar cálculos renales, pérdida ósea y calcificación de órganos, incluidos el corazón y los riñones. La calcificación es una acumulación de calcio en los vasos sanguíneos u órganos que pueden interferir con el funcionamiento de los órganos.