Los niños menores de 14 años no deben consumir más de 6 gramos de sodio al día, según su edad, de acuerdo con profesionales de la salud con la Food Standards Agency. El consumo de más de la cantidad recomendada de sodio todos los días los pone en riesgo de desarrollar una serie de signos y síntomas relacionados con la salud. Si le preocupa que su hijo consuma demasiado sodio o tenga preguntas sobre cómo reducir la ingesta de sal de su hijo, consulte a su pediatra.
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Malestar estomacal
Comer demasiada sal puede irritar el tracto digestivo o el estómago de su hijo, lo que puede provocar síntomas de náuseas, vómitos, cólicos abdominales o diarrea. Después de una comida rica en sal, su hijo puede quejarse de que le duele la panza o de que necesite ir al baño con frecuencia. Los niños pequeños que usan pañales pueden requerir cambios frecuentes de pañales debido a las deposiciones sueltas y acuosas. Los episodios recurrentes de diarrea pueden provocar la pérdida de demasiado fluido del cuerpo de su hijo, lo que puede causar deshidratación. Busque atención de su pediatra si su hijo presenta dolor de estómago severo o diarrea crónica.
Presión arterial alta
Al menos el 97 por ciento de los niños y adolescentes consumen demasiado sodio, lo que también puede causar un aumento significativo en la presión arterial de su hijo, según la American Heart Association. Una presión arterial elevada significa que el corazón de su hijo necesita ejercer más fuerza para impulsar la sangre a través de su cuerpo. Con el tiempo, la presión arterial alta puede dañar el músculo cardíaco de su hijo y puede aumentar su riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca en la edad adulta.
Convulsiones
Su hijo puede desarrollar convulsiones por exceso de sal en el torrente sanguíneo, explica la Biblioteca médica en línea de Merck Manuals. Las convulsiones pueden provocar espasmos musculares incontrolables o breves lapsos de conciencia. Su hijo también puede parecer inusualmente inquieto, letárgico o confundido. Póngase en contacto con su pediatra si su hijo desarrolla convulsiones para asegurarse de que reciba atención inmediata y adecuada.
Signos y síntomas adicionales
Si su hijo está inusualmente sediento o muestra signos de hinchazón, puede estar consumiendo demasiada sal. La piel de su hijo puede tener una apariencia pastosa o hinchada. Si no se detecta o no se resuelve, los niveles persistentemente altos de sal pueden elevar su riesgo de desarrollar dificultades respiratorias, inflamación del cerebro, daño renal o insuficiencia cardíaca. En ausencia de atención médica adecuada, tales complicaciones pueden ser fatales.
